El sector bancario en Perú continúa destacando en América Latina, con márgenes de interés neto que lo posicionan como el segundo más alto de la región. Según Moody’s Ratings, los bancos peruanos registraron un margen cercano al 6% hasta septiembre de 2024, solo por debajo de México y por encima del promedio latinoamericano.
Tendencia estable para el 2025
A pesar del alto nivel alcanzado, Moody’s proyecta que en 2025 la tendencia alcista en los márgenes se estabilizará, debido a la continuidad de políticas cautelosas en la concesión de crédito. Este enfoque responde a los riesgos económicos y geopolíticos que podrían afectar la liquidez del sistema financiero.
Edmundo Lizarzaburu, docente de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN, explicó en una entrevista con Gestión, que esta postura ha permitido a la banca peruana mantener márgenes superiores a los de otros países de la región.
Sin embargo, el crecimiento de beneficios podría verse limitado por la mayor competencia y un enfoque más conservador en la colocación de préstamos.
Factores que influyen en la estabilidad financiera
Moody’s identifica varios factores que impactarán en la evolución del sistema bancario peruano:
- Cautela en el otorgamiento de créditos, especialmente en el segmento de consumo y pymes.
- Altas tasas de interés, que dificultan el acceso al financiamiento para individuos y empresas.
- Mayor competencia, que reducirá las posibilidades de expandir los márgenes.
- Flexibilización de la política monetaria, que disminuirá los costos de financiamiento para los bancos.
Además, se prevé que los bancos reporten una mejor calidad en sus carteras de préstamos, en especial en productos como tarjetas de crédito y financiamiento a pymes, debido a la mejora en los procedimientos de cobro y a las reservas acumuladas para cubrir riesgos.
Escenario electoral y su impacto en la banca
Uno de los factores de incertidumbre para este año es el proceso electoral en Perú. Según Moody’s, los bancos podrían adoptar posturas más conservadoras en la concesión de créditos para protegerse ante posibles cambios en la política económica, regulatoria o fiscal.
Lizarzaburu indicó que los gobiernos suelen implementar medidas para estimular la economía, como la reducción de tasas de interés, lo que podría ayudar a mantener cierta estabilidad en los márgenes bancarios. No obstante, cualquier volatilidad en los mercados podría afectar la confianza de los inversionistas y consumidores.
En conclusión, aunque la banca peruana mantiene un margen elevado y estabilidad financiera, el 2025 estará marcado por desafíos en el crecimiento de beneficios, la cautela en el crédito y la incertidumbre política.
