Las protestas en Puno siguen cobrando más vidas, en muchos casos de ellas, inocentes que reclaman la renuncia de Dina Boluarte. Pero el problema de fondo puede ser aún mayor, en todo caso, la pregunta sería por qué los puneños siguen protestando.
Una de las tantas respuestas es los indicadores económicos de dicha región que ayudan al malestar que tienen las personas con el actual gobierno.
Según un estudio de noviembre del 2022 del Instituto Nacional de Estadístico e Informática (INEI), el ingreso medio del trabajo en Puno fue de S/ 805 mensuales en 2021. Una cifra muy lejos del medio nacional que era S/ 1,327.
Fernando Gonzáles, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), comentó para que Gestión que Puno es una zona con mayor componente rural y con actividades de un menor retorno.
También agregó que a pesar de que dicha región cuente con minería, la cual genera mucho retorno, pero concentra poco empleo para los puneños. Además, señaló que los pobladores tienen poco acceso, a penas el 45%, a servicios básicos como agua, luz y desagüe.
Reducción del PBI e inversión minera
El INEI comunicó que el PBI de Puno tuvo una ligera contracción (-0.6%) en noviembre del 2022, pero las protestas que están sacudiendo la región ocasionará que se reduzca considerablemente.
«Las protestas generan desequilibrios en la oferta, lo que puede agravar un contexto de inflación ya alta, sobre todo en los focos de conflicto», dijo Miguel Pintado, investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), a Gestión.
Con respecto a la economía, Phase Consultores agregó que la inversión privada está en riesgo para Puno.
La empresa indicó que en el escenario de riesgo podríamos considerar que de los 200 millones de dólares que se invertiría en Puno, ahora solo se invertirá entre 130 a 150 millones.
