A nivel mundial se está observando un escenario de precios altos, que en paralelo hacen sombra a los recortes de las proyecciones de crecimiento económico por parte de entidades como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Instituto de Finanzas Internacionales (IFF), entre otros.
Un ambiente como el actual genera que los mercados vislumbren una posible estanflación, el cual se caracteriza por ser una etapa donde se produce un estancamiento de la economía (poco o nulo crecimiento y desempleo) acompañado de una alta inflación, la misma que se viene registrando durante los últimos meses.
La última vez que se vio un escenario de estanflación en Estados Unidos fue en la década de los 70’s con la crisis del petróleo.
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Ahora en 2022 puede volverse a repetir pues venimos de una crisis sanitaria, donde los estímulos económicos y ayudas ya están por finalizar, los datos económicos no mejoran, y se exhibe una demanda que no cesa frente a una oferta paralizada por los cuellos de botella, la cual fue profundizada por China con sus nuevos confinamientos.
Sin embargo, este fenómeno económico podría darse solo por regiones o países, debido a las distintas políticas de los bancos centrales y la exposición que tengan a nivel global.
Estados Unidos
Actualmente, en EE.UU se observan signos de recesión económica. La economía se contrajo 1.4% durante el primer trimestre del año, cuando el consenso esperaba una expansión de 1.1%. No obstante, la demanda se mantiene fuerte, el gasto aumento 0.9% intermensual en marzo, y sin considerar inflación, el gasto aumentó 1.1%.
La tasa de desempleo en marzo fue de 3.6%, mismo nivel que febrero, entonces, si bien la demanda se está recuperando, podría ser netamente por ingresos más altos, no obstante, si la economía se contrae en el segundo trimestre, junto con ingresos mas altos para mantener el mercado laboral fuerte, estaría más cerca a la estanflación.
Eurozona
En Europa el contexto se torna diferente, ya que a los efectos provocados por la pandemia, se le suma las consecuencias que puede dejar el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Según los indicadores, la economía de la Eurozona se expandió en 0.2% en el primer trimestre del año, desacelerándose de un aumento de 0.3% en el último trimestre del año anterior. Además, el crecimiento en España y Alemania compensó la contracción en Italia, mientras que Francia se estancó.
La inflación en esta zona escaló a un máximo histórico de 7.5% en abril, muy superior al objetivo de 2%del Banco Central Europeo (BCE), esto justificado por el aumento en los precios de los alimentos y la energía.
En un sondeo de eleconomista.es, 17 de los 29 economistas encuestados, es decir el 58%, contempla un escenario de estanflación en la Eurozona para el presente año. Además, el 34% de las casas de análisis encuestadas no consideran un evento estanflacionario o de hiperinflación, aunque si un freno en el crecimiento económico poco duradero.
China
En el país asiático, el impulso de la inflación es moderado, en marzo se incrementó a 1.5% desde el 0.9% en febrero. En cuanto al crecimiento económico, durante el primer trimestre la economía se expandió 4.8% desde el 4.0% registrado en el último trimestre del 2021.
El contexto de la economía china hace notar que, ni por el lado de la inflación ni del crecimiento, se visualiza una recesión, incluso aunque se estén deteriorando algunos indicadores, en caso de darse una recesión, sería de corta duración.
Finalmente, si bien se observa una tendencia a la alza de la tasa de desempleo, esto es producto de los recientes bloqueos, a pesar de ello, aún está por debajo de los niveles prepandemia.