En un giro que ha sacudido la industria minera en el Perú, hay varios proyectos que se encuentran paralizados por distintas razones, ya sea, por temas socio ambientales o gubernamentales. Esta situación presenta retos significativos en la economía peruana.
La convención minera Perumin en el año 2022, presentó el dato sobre el retroceso al último lugar en el índice de competitividad frente a otros países con alta demanda minera. En contexto, esto se debe a la falta de proyectos en el último año, la paralización de los actuales y la desconfianza del empresariado.
Las comunidades locales, activistas y organizaciones han levantado sus preocupaciones sobre los posibles impactos negativos de la minería en el entorno natural y en la calidad de vida de las poblaciones aledañas, en palabras sencillas sería “al agro si, a la minería no”.
Existen 48 proyectos mineros, 47 en cartera y solo uno en desarrollo, San Gabriel e Moquegua y entre los proyectos mineros que tiene el país se encuentran 48. El Presidente de Perumin, Domingo Drago, declaró al diario La República, que el país necesita seguir creciendo, necesita promover la inversión a esos proyectos en el papel representan mucho dinero de inversiones dormidas a un costo aproximado de 57 mil millones de dólares
Entre esos proyectos notables afectados se encuentra “Las Bambas” cuya suspensión ha generado incertidumbre en una región que depende en gran medida de la actividad minera para su desarrollo económico.
El gobierno peruano ha respondido a la problemática con la intención de encontrar soluciones. Se ha promovido el diálogo con el fin de fortalecer la consulta previa a las comunidades afectadas, además reforzando los estándares ambientales para garantizar el manejo responsable de los recursos naturales.