Para el año 2016, la pareja de esposos Alexandra León y Ricardo Paulini ya había dejado sus trabajos en Repsol y Petroperú en Lima con la finalidad de volver a la ciudad de Piura y abrir su propio restaurante fusión de comida marina y criolla: La Bocca.
Alexandra León es una ingeniera industrial de la Universidad de Piura y Ricardo Paulini, su esposo, es administrador de empresas por la UPAO. Los piuranos radicaron en Lima durante cinco años por sus trabajos en Repsol y Petroperú.
Alexandra León viene de una familia que se dedica, desde hace un buen tiempo, al rubro gastronómico. El papá de Alexandra es dueño del restaurante La Bocca, que se ubica en la Marcavelica. Por ello, a la pareja se les presentó la oportunidad de invertir en el mismo rubro como empresarios.
«Se nos presentó la propuesta de ampliar el negocio de la familia de Alexandra y decidimos regresar y establecernos acá», asegura Ricardo Paulini.
La pareja de esposos y socios comenzaron trabajando para el papá de Alexandra en el restaurante La Bocca, que se encuentra en la Marcavelica y tiene más de 10 años en el mercado piurano.
«Ahí durante un año aprendimos el manejo de la línea de restaurantes. Al mismo tiempo, estábamos buscando un local para lanzarnos solos porque siempre hemos trabajado de la mano del papá de Alexandra», cuenta Paulini.
Comienzos como empresarios
Ricardo Paulini y Alexandra León abrieron su primer restaurante juntos el 16 de abril de 2016, el cual es una franquicia del restaurante La Bocca de la Marcavelica. Este restaurante fusión de comida marina y criolla implicó una inversión de US$ 100,000.
Los empresarios aseguran que la acogida fue muy buena, pues la marca ya estaba posicionada. «El tener clientes en el restaurante de La Bocca en la Marcavelica nos ayudó bastante porque habían algunos clientes que vivían por esta zona e iban hasta el otro local, pero este ya les quedaba más cerca».
«Así nació La Bocca, hemos mantenido la carta, la marca y los productos», confiesa Alexandra León.
La Bocca, ya con poco más de tres años en el mercado piurano, cuenta con 19 trabajadores. La carta se renueva dos veces al año, en diciembre y junio, por un tema de estación, ya que la empresa respeta la vedas con el fin de mantener la sostenibilidad de los recursos.
La Bocca, como todo emprendimiento, no estuvo exenta de dificultades. «Al comienzo los vecinos pensaban que éramos un bar y llamaban a la Municipalidad a cada rato y eso era incómodo para nosotros», expresa Alexandra León.
Los servicios que ofrece La Bocca consiste en platos a la carta, reservas y catering. «A la fecha, tenemos contratos con empresas e instituciones como la Universidad de Piura, UPAO, que vienen y realizan sus almuerzos en nuestras instalaciones, y Petroperú y el Colegio Médico, que brindan descuentos a sus trabajadores para que vengan a consumir acá», señala la empresaria.
Los propietarios coinciden en que lo primordial para el restaurante es el cliente. «Cuidamos mucho la atención al cliente, pues ellos vienen para pasar un buen momento». Asimismo, aseguran que la ubicación ha sido clave para la rotación de clientes y, posteriormente, la rentabilidad del negocio.
Creatividad en la carta
El restarante fusión de comida criolla y marina cuenta, dentro de su carta, con el apartado de Especiales, donde están los platos fusión como el saltado de lagostinos jumbo con fetuccini en salsa de ocopa, el pez espada con rissotto, entre otros.
De acuerdo con los empresarios, los especiales, que salen de dos a tres veces por semana, son creatividad de los encargados de cocina. «Ellos tienen la libertad de experimentar con los insumos. Nosotros vemos cuál especial es el que sale más y lo sumamos a la carta», refiere el empresario piurano.
«En La Bocca premiamos la creatividad de nuestros trabajadores, por eso ellos ganan bonos por creatividad y por cada plato que se venda». El ceviche de mero es el plato estrella y más vendido de La Bocca.
Compromiso con clientes internos
Los propietarios de La Bocca aseguran que el trabajar en empresas grandes ha sido fundamental porque les ha ayudado un montón para trabajar en su propia empresa.
La Bocca no solo se preocupa por mantener satisfechos a sus clientes externos sino también internos. Por ello, la empresa paga un porcentaje de estudios de inglés a los trabajadores que quieran estudiar. Además, la empresa se acomoda a los horarios de los trabajadores que estudian.
«Les decimos que acá tienen la posibilidad de crecer, solo requerimos de su compromiso y esfuerzo».
Por otra parte, La Bocca brinda capacitaciones a su personal. Cada trimestre hay capacitación sobre vinos y pescados y sobre protocolo de atención al cliente.
El restaurante fusión de comida marina y criolla siempre ha trabajado con recomendaciones y con un equipo joven y creativo. «Siempre nos gusta contar con los mejores. En cocina, hay tres chicos de Catacaos. Trajimos uno del restaurante de La Bocca del papá de Alexandra».
Del mismo modo, dos trabajadores del restaurante son de la organización piurana Manitos Trabajando. La Bocca también acepta practicantes de cocina de los diversos institutos gastronómicos de la ciudad. «A los que terminan sus estudios y son muy buenos, los contratamos».
«Nosotros abrimos este restarante con miras a hacerlo franquicia. Hemos estado apuntando hacia Chiclayo y Ecuador, son dos zonas en donde el tema de logística sería fácil de manejar», comenta Ricardo.
Alexandra León y Ricardo Paulini se dedican a tiempo completo a sus negocios. Alexandra se encarga de la administración del local mientras que Ricardo está a cargo de las compras.
«Siempre trato de cuidar mucho la calidad del producto. Lo característico de nuestro restaurante es la frescura de nuestro producto. Yo me encargo de las compras desde un ajo hasta los mariscos y pescados», comenta Paulini.
La Bocca atiende los 365 días al año todos los días desde el mediodía hasta la medianoche.