Personajes

Marthans: «¿Qué ha logrado CADE en 50 años? Está muy distante de lo que necesitamos»

Por César Flores Córdova Publicado: Últ. actualización: 28 mayo, 2020 13:41
9 minutos

Juan José Marthans es uno de los economistas más respetados del país. Exjefe de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) y actual director de Economía del PAD Escuela de Dirección de la Universidad de Piura, Marthans conversó con Infomercado sin tapujos, durante una visita que hizo a nuestra ciudad para presentar el MBA del PAD.

En las siguientes líneas, las reflexiones de un economista que considera que los empresarios peruanos no están a la altura del reto que el país plantea de cara al Bicentenario de la Independencia. Además, lamenta la nula ‘institucionalidad’ del país.

En sus dos últimos artículos les da ‘un jalón de orejas’ a los empresarios pues considera que se están quedando con lo anecdótico de la coyuntura nacional. ¿En qué hechos basa sus reprimendas?

No le jalo las orejas a nadie. Lo que ofrezco es una opinión que equilibre el inusitado e injustificado pesimismo sobre la economía y las finanzas del país. En el extranjero se mira nuestra economía tan distante de cómo se mira acá. Perú es considerado como uno de los dos milagros económicos de la región latinoamericana, se nos reconoce 20 años consecutivos de crecimiento. Llama la atención la posición que ha tomado un segmento del empresariado y que repiten los titulares de ciertos medios que tienen una idea equivoca del desempeño de nuestro crecimiento. Se menciona que estamos al borde del colapso, en recesión y que el modelo económico ha fracasado. Hay un sesgo político que involucra injustamente a la economía. Entiendo que los políticos vendan lo peor para atraer votos, pero sorprende que los empresarios se dejen conducir y hagan suyo esos discursos interesados y sesgados.

¿Esos discursos son por ignorancia o por mala intención?

Hay un segmento que es marcadamente ignorante y el otro es político. En muchos casos confluyen ambos frentes. De manera injustificada se viene generando un ambiente de pesimismo que no contribuye a salir de la desaceleración. Conversaba con un empresario peruano y me hablaba del estancamiento de la economía peruana y le aclaré que ‘estancamiento’ no es ‘desaceleración’.

¿Cuál es la diferencia?

Con ‘estancamiento’ no crezco. En ‘desaceleración’ crezco a menor tasa que antes. Pero, la pregunta de fondo es ¿por qué me estoy desacelerando? El mundo viene en esa situación preocupante los últimos tres años. ¡Cómo podemos pedir que Perú crezca a 8% en ese contexto! ¡Por Dios! ¡Hay que ser ignorante para pedir eso! Es una falta de respeto al país. Ese crecimiento que piden era justificado por los buenos precios de los commodities. Perú es uno cuando los precios de los minerales están a favor y es otro país cuando los precios no son buenos. Hay que empezar a hablar de ciclos económicos, de posibilidades de crecimiento sostenido en el mediano y largo plazo. En el mediano plazo, cada cinco años, este país crece entre 4% y 6% anual, dependiendo de los precios de los minerales. Eso es lo que debe servir para tomar decisiones empresariales.

Se proyectó 4% de crecimiento para este año. Luego, corrigieron: 2%. ¿Cuál es la lectura correcta de esos cambios?

En realidad es 2,5%. Cuando Perú pasa de 4 a 2, el mundo pasa de 3,8 a 3,2. La desaceleración era inevitable. Lo que podemos discutir es en qué magnitud se debió desacelerar la economía si tenemos factores estructurales que aún no configuramos. ¿Queremos desacelerar menos sin infraestructura, sin instituciones, sin calidad de estado? Eso es imposible. Tenemos un estado con dinero pero con grandes problemas de gestión. En los últimos diez años, el 25% anual de la inversión pública ha dejado de ejecutarse. Por eso no crecemos como debemos. ¿Se ha solucionado? No, en absoluto.

En la región Piura, hasta hace unas semanas, solo se había ejecutado un 15% de lo presupuestado…

Le dan un carro a un niño de tres años. Un niño ciego, mudo y sin piernas…

Pero es un problema de años. ¿No hay solución en el corto plazo?

No hay solución porque el corto plazo nos gana, porque no somos capaces de consensuar, de establecer, bajo un elemental plan estratégico, las bases sobre las cuales debemos crecer, independientemente de quien gobierne.

Lo irónico es que el problema no es dinero sino falta de capacidades…

Siempre fue falta de capacidades. Ahora que tenemos dinero sale a relucir con más fuerza. ¿Por qué pensamos en regionalizar sino tenemos la capacidad de crecer como país? ¿Por qué le damos un gobierno al señor Santos o Aduviri? ¿Con qué capacidad mental estos señores van a gobernar y administrar sus regiones? Se necesita calificación.

Pero la descentralización la reclaman las regiones hace años. ¿No es momento de implementarla?

Se tiene que descentralizar el país de manera ordenada y concertada. Con 25 regiones es imposible. Tenemos que hablar de macrorregiones y esbozarlas de forma técnica. Acá se ha llegado al prurito que una mina que está ubicada en una determinada zona geográfica solo pertenece a ellos. ¡Esos son recursos de todos! El país no puede ser sinónimo de un cacique y la una región como su comarca. Falta disciplina, orden, perspectiva y consenso para consolidar nuestro éxito. Y, a pesar de ello, lideramos el crecimiento de América Latina. Perú es una joya en bruto. 200 años y no hemos aprendido a pulirlo.

Pero nuestra economía es extractiva, sin valor agregado. ¿Cuánto tiempo debemos soportar esta realidad si el mundo va por otro lado?

Estoy de acuerdo con el sentido de su pregunta. El problema es cómo queremos diversificar. ¿Basta un plan no consensuado? Un paso adelante es el anuncio del Plan Nacional de Desarrollo de Infraestructura. Si quiero descentralizar, lo único que le tengo que dar al sector empresarial es infraestructura, no le tengo que decir qué sector productivo priorizar porque ellos lo saben. El empresario no tiene capacidad para colocar sus productos en los puertos y aeropuertos porque no existe esa infraestructura. Ahora, ¿con qué tipo de empresarios trabajamos? ¿Con el que aparece en televisión y dice que ya paga sus impuestos y que no le pidan más? Ese es el empresario de hace cinco siglos, el que tiene en parálisis el país, que no hace patria, el empresario que no merecemos los peruanos. Y lo afirmo sin chauvinismos: queremos a otro tipo de empresario.

«No podemos seguir poniendo gente advenediza a manejar los destinos del país», afirma enérgico el exjefe de la SBS, Juan José Marthans.

¿Cuál sería el perfil de ese nuevo empresario?

Converso con el presidente de un gremio empresarial peruano y me dice: ‘estamos estancados’. Pero, converso con dos empresarios chilenos y les pregunto: ‘¿les preocupa el posible adelanto de elecciones en Perú?’. No les preocupa. Los empresarios chilenos están preocupados por ampliar su frontera agrícola en Piura, donde triplican su margen con el sembrío de uva. El chileno se concentra en lo esencial: la generación de riqueza y no en lo anecdótico e irresponsable del chisme barato. Si seguimos con este tipo de empresarios en Perú, el país será cada vez de empresarios extranjeros que, con mucha inteligencia, están tomando posesión de los recursos naturales. Esto último no es malo porque es parte del mundo globalizado. Lo que está mal es el raciocinio y la tónica con que reacciona un empresario peruano en un país con tanta riqueza.

La agroexportación y los servicios son los pilares económicos de Piura hoy debido al número de empleos que genera. ¿El futuro de la región es la agroexportación?

Sin duda alguna. El cobre y el oro son el 50% de nuestras exportaciones totales; la agroexportación es más del 12%. Hace 10 años no llegaba ni a 5%. Es un sector que está creciendo mucho sin distraerse con el ruido político. Se dedican a generar riqueza. Ese es el empresario que necesitamos. No digo que no consideremos el factor político, pero no debemos ‘sobreponderar al diablo’.

Usted propone metas a mediano plazo. ¿Cuáles deben ser?

Varios frentes que cubrir. El primero: este gobierno hizo bien en anunciar un Plan Nacional de Desarrollo de Infraestructura, algo que se pedía hace 10 años. El próximo gobierno debe ejecutarlo de manera consensuada. Otro punto es la institucionalidad, ¡no sé cómo crecemos con la inexistencia de instituciones…!

Seguramente Dios es peruano…

Sin duda alguna. Las instituciones existen físicamente pero no operan. Por ejemplo: tenemos jueces, ¿tenemos justicia?; tenemos médicos, ¿tenemos salud?; tenemos policías, ¿tenemos seguridad?; tenemos profesores, ¿tenemos educación? Las preguntas son elementales y la respuesta es simple: no las tenemos. Este país ha sido diezmado por 200 años. El que un empresario tenga miedo de perder sus propiedades cada cinco años, en época de elecciones, demuestra que no tenemos institucionalidad. El crecimiento sostenido no será posible si es que el país no ‘enrruta’ a un mayor nivel de justicia.

En este último contexto, ¿cuál es el rol del empresario?

El rol empresario debe ser más comprometido con su entorno social. Con todo respeto: ¿50 años de CADE y qué se ha hecho? ¿CADE es un club de amigos? ¿Qué ha logrado CADE? ¿Así van a salir del escollo ‘país’? ¡Por Dios! ¡Qué distante de lo que necesitamos!

¿Alguna otra meta a mediano plazo?

Calidad de estado. Perdona la expresión: ‘la calidad de estado que tenemos hoy es un mamarracho’. Empecemos por el Congreso: ¿cuál es el rendimiento de cuentas para con los peruanos? Por otro lado, tenemos que reorganizarnos: ¿Necesitamos 19 ministerios, 1700 gobiernos locales, 25 gobiernos regionales, 50 gobiernos locales en Lima? ¿Necesitamos a un congresista con esa cantidad de asesores, a un individuo que en el sector privado no le pagarían ni 50 soles? Una condición para ser congresista debería ser: ‘¿qué éxito has tenido en tu vida?’ Sí has tenido éxito termina tus días sirviendo en la política. No podemos seguir poniendo gente advenediza a manejar los destinos del país. Necesitamos evitar que el país llegue al colapso.

Con todo lo dicho, ¿cómo nos espera el 2021, Año del Bicentenario?

Es que Dios es peruano y ya lo demostró varias veces. Cuando Dios pensó en el paraíso terrenal pensó en el Perú. Una empresaria suiza me dijo: ¡es increíble que sin estado lideren la economía latinoamericana! Perú es un milagro. Quisiera que los empresarios encuentren nuevas generaciones que puedan ofrecerle más beneficios al país, que haya una nueva clase política, que la corrupción sea aplicada sin mirar el tipo de corrupto. Hay que castigar al corrupto pues dejarlo impune sería el peor castigo para el país. Hay que castigarlos, cueste lo que cueste.