María Reynoso de Vargas llegó a Chiclayo por cosas del destino, sin saber que años más tarde se convertiría en la gerente general de Estudio Reynoso, una empresa que siempre tuvo como consigna la vocación de servicio de manera honesta.
Estudio Reynoso inició sus funciones el cuatro de octubre de 1991. Por aquellas épocas María Reynoso era funcionaria de contribuciones de la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria-SUNAT.
La también contadora, buscaba huir de la agitada vida en la capital, puesto que sus horarios no le permitían cumplir con sus funciones de madre y esposa. Por ello y en acuerdo con su esposo optaron por la posibilidad de pedir su traslado a Chiclayo y así recuperar algo de tranquilidad.
Una vez establecida en la Capital de La Amistad, la gerente se percató de algo que fue un factor diferencial en su camino como empresaria. “Conocí a muchos contribuyentes y vi la necesidad que ellos tenían de recibir una cultura de orientación para hacer mejor las cosas”, recuerda.
Para María Reynoso, no solo se debía sancionar de acuerdo a la normativa, sino orientar. Esto implicaba que el contribuyente aprenda a hacer mejor las cosas y no solo se lo sancione sin explicación alguna.
Vocación de servicio
María Reynoso comenta que desde su etapa como funcionaria de SUNAT-Lima siempre tuvo presente la orientación y el trato adecuado que los contribuyentes debían tener. No solo consideraba que gracias a ellos recibían un sueldo. Lo que buscaba era un trabajo en conjunto.
“Cuando vine a Chiclayo notaba que había ciertas irregularidades”, acota. Al percatarse de lo que estaba pasando, María decidió tomar acciones que quizá nadie había considerado hacer, como entrevistarse con los propietarios para desarrollar en ellos una cultura tributaria.
La gerente considera que de esta forma se podría lograr un trabajo en conjunto, en el que se aceptaban la equivocación por parte del empresario. En efecto, se pagaban las acotaciones y a la vez el dueño de la empresa aseguraba que nunca más se cometiera el error.
“Siempre me acuerdo que me decían: qué bonito sería nuestro Perú, si todos los auditores que vinieran a fiscalizarnos nos orientaran de esa forma. Nosotros sabríamos cómo trabajar y hacer las cosas mejor”, añade sonriente.
Incluso, señala que en algunos casos le propusieron ser su asesor tributario, pero ella se negaba rotundamente por su labor como funcionaria de SUNAT, pues solo podía limitarse a la orientación.
“Iniciamos en mi casa”
La empresaria siempre tuvo una proyección de futuro. Las etapas en su vida ya las había contemplado con anterioridad. Por tal razón, habiendo servido por más de 12 años al Estado consideró oportuno trabajar de manera independiente y así lograr el éxito profesional.
“Iniciamos en mi casa, con una oficina pequeña en el primer piso”, relata Reynoso, agregando que se tuvo que adecuar un ambiente en el segundo piso de su vivienda porque los clientes seguían llegando.
Ella considera que lo más lindo que le pudo pasar en sus inicios fue que en su momento no tuvo que salir a buscar a sus clientes o utilizar algún tipo de publicidad, pues los contribuyentes a quienes fiscalizó antes, ahora la venían a ver hasta su casa.
“En ese entonces yo les decía que no habría ninguna limitación para ser su asesora. Yo pienso que las buenas obras que hacemos en el mundo traen sus recompensas. Esa es una lección de vida para que siempre actuemos de la mejor manera y con valores éticos”, asegura.
Tanta fue la acogida que pronto se necesitó de un ambiente propio. Por ello, se construyó el local principal, mismo que cuenta con cinco pisos y está ubicado en la Urbanización Latina de José Leonardo Ortiz.
Asimismo, la gerente agrega que inició con dos asistentes: Betty y Milagros, a quienes les guarda gran aprecio. “Fueron mis pilares, con quienes nos amanecíamos trabajando. No había la contabilidad computarizada. En ese entonces todo era con registros manuales”, rememora.
Especialistas éticos
La formación de María Reynoso reflejada en sus acciones, jugó un papel importante al momento de formar su empresa. “Aquí formamos personas con valores y buenos profesionales, a quienes día a día les inculcamos valores éticos”, exclama.
La gerente considera que la parte ética en los profesionales debería ir de la mano con el nivel de especialización en cada profesional. Es decir, ser un especialista en tu área de trabajo y a la vez poner en práctica tus valores como persona.
No en vano es Maestra en Tributación y Asesoría de Empresas. Además, cuenta con un Diplomado Internacional en Derecho Laboral y Seguridad Social. Asimismo, tiene un postgrado en Tributación, Banca y Finanzas. Sin dejar de lado la amplia experiencia en contabilidad.
“Siempre les digo a mis colaboradores que cuando brinden sus servicios lo hagan con empatía, que se pongan en los zapatos del cliente. No solo te limites a dar lo que sabes, brinda un valor agregado”, remarca la empresaria.
Estudio Reynoso se ha especializado en campos como: contabilidad, tributación, auditoría, tecnología de la información y outsourcing contable, áreas en las que han destacado la gerente siempre ha inculcado valores como: la honestidad, la transparencia y la honradez.
Respecto al otsourcing contable, la empresaria explica que se trata de la tercerización de servicios para empresas pequeñas, medianas y microempresas que necesitan de estos servicios en contabilidad.
“El empresario conoce su negocio, pero no conoce exactamente de contabilidad, de normas tributarias, porque ellos no son contadores ni tributaristas”, argumenta la fundadora del Estudio.
Legado familiar
La empresaria expresa la dicha de que sus tres hijos hayan estudiado carreras afines a su proyecto empresarial. Su hija mayor, Domiely Vargas Reynoso, es contadora pública colegiada, con maestría en Tributación y Asesoría Fiscal, además de ser auditora. Ella es la gerente de Calidad en Servicios de la empresa.
Por otro lado, sus dos hijos varones: Javier Vargas Reynoso y Ronald Vargas Reynoso siguieron las carreras de ingeniería de sistemas y derecho, respectivamente. El primero tiene un MBA en Administración de Negocios y se ocupa de todo lo relacionado a las tecnologías de la información en las empresas.
Javier Vargas, es el actual gerente de Administración y Finanzas de la empresa, con experiencia en el área administrativa, financiera y contable.
Finalmente, el abogado Ronald Vargas tiene una maestría en Tributación y Asesoría Fiscal. De igual manera, cuenta con MBA, por la escuela Europea de Negocios en Madrid.
Además, es el actual gerente de impuestos de Price Waterhouse Cooper, conocida por sus siglas PwC. Empresa que cuenta con firmas miembro en 157 países y una trayectoria de más de 65 años.
Expansión empresarial
Todos los hijos son socios de Estudio Reynoso y están a cargo de las diversas áreas de la empresa. “Queremos consolidarnos como un Estudio que no solo brinde servicios contables, tributarios, sino brinde servicios completos empresariales que brinden un servicio íntegro”, asegura su fundadora.
Los servicios del Estudio abarcan restaurantes, hoteles, almacenes. Incluso, han desarrollado softwares considerando las normas contables y tributarias. “Estamos a la vanguardia de todas las novedades; no solo con las normas tributarias, sino con normas internacionales financieras”, puntualiza.
La empresa cuenta con clientes fuera de la ciudad y del departamento de Lambayeque. También tienen presencia en Jaén, Tarapoto, Cajamarca, Rioja, Trujillo, Lima, Piura, Tumbes. En estos casos los trabajadores deben desplazarse hasta esas ciudades y brindarles los servicios.
De igual manera, apoyándose en la tecnología y globalización han logrado captar clientes internacionales en Ecuador, Chile, Colombia, Holanda y Suiza.
María Reynoso comenta con gran entusiasmo que tienen planes para la construcción de una nueva sede ubicada en Piura. “Definitivamente pronto estaremos en Piura, para atender a nuestros clientes de esta zona”, finaliza.
Estudio Reynoso se encuentra en la calle Enrique de la Piedra 185-Urbanización Latina, en el distrito de José Leonardo Ortiz.