Enzo Sánchez a sus 24 años y luego de tres intentos ganó la Beca Permanencia que le permite continuar sus estudios de Medicina. Ahora dedica su mayor esfuerzo a la meta de su vida: frenar los daños de la hipertensión arterial.
En tres ocasiones, Enzo Sánchez García intentó ganar una beca del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, para continuar estudiando sin preocupaciones económicas y dar un alivio a sus padres.
Para que en el 2021, consiguió ser beneficiario de Beca Permanencia. Hoy está a punto de convertirse en un médico y tiene una gran meta que ayudará a la población de su región natal, Tumbes.
Enzo ha realizado prácticas voluntarias y preprofesionales en diversos centros de salud de su región, y otras más, desde que se encontraba estudiando en los primeros años en la Universidad Nacional de Tumbes, razón por la que se le complicaba estudiar y trabajar al mismo tiempo.
Fue así como se dio cuenta de que la hipertensión arterial es una enfermedad que representa un peligro en la población de su región. En efecto, de acuerdo a la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes), Tumbes es una de las siete regiones con más porcentaje de mayores de 15 años con prevalencia de ese mal.
Expectativas
El proyecto del talento tumbesino es prevenir esta enfermedad desde el diagnóstico temprano. “El trabajo de investigación que estoy realizando es el primero que se hace sobre este padecimiento en esta parte del país. Mi interés se sustenta al observar el ingreso numeroso de pacientes con complicaciones agudas debido a una hipertensión arterial no controlada en los centros donde realizaba mi internado médico».
Según detalla, en Tumbes hay pocos estudios científicos sobre la hipertensión arterial y su meta es ser un pionero en este campo para frenar el daño que ocasiona en la salud de las personas. Su proyecto, que será presentado como tesis para su graduación en el primer trimestre del próximo año, también busca responder por qué los pacientes no cumplen con el tratamiento.
Para Enzo, controlar la hipertensión arterial es una meta de vida porque, además, tiene familiares que padecen de esta enfermedad. “Mis dos abuelas sufren de presión elevada. Una la tiene más avanzada que la otra. Yo siempre trato de darles seguimiento para que sigan su tratamiento”, indica Sánchez.