Que el mercado de los videojuegos es uno de los más importantes del ocio no es un secreto. En la actualidad, el valor de éste está en unos 250.000 millones de dólares. Y con estimaciones de un crecimiento muy pronunciado para los próximos 4 años, donde podría alcanzar los 400.000 millones. Por otra parte, es un sector con mucha competencia y muy pendiente de las preferencias de sus clientes, precisamente por la cantidad de dinero que implica cada una de sus decisiones.
Una de las tendencias que han quedado más patentes en el presente es el auge del celular como herramienta predilecta para acceder a este universo “gamer”. Entre los años 2020 y 2021 se observó un crecimiento de un 63% en su consumo por parte de los jugadores que, además, gastaron un 20% más en ese periodo en este tipo de entretenimientos para dispositivo móvil. Las razones para este fenómeno son diversas.
Motivos para este auge
Por un lado, esta es una herramienta que posee una gran parte de la sociedad y que siempre va con nosotros, con lo que mantiene unas importantes ventajas en materia de accesibilidad y libertad de horarios. Por otra parte, cubre un importante abanico generacional (a diferencia de otros aparatos, como las consolas), por lo que puede llegar a un público más amplio. Gracias a la variedad de juegos, encontramos para todos los gustos y edades. Y están pensados tanto para partidas “rápidas” como para otras con mayor duración. Lo mismo pasa con las temáticas y la complejidad de los juegos. Además, siendo una herramienta personal e intransferible, el usuario gana mucha privacidad.
El hecho de que muchos de los juegos sean gratuitos (aunque incluyan, en muchos casos, compras dentro de la aplicación) es otro factor determinante. También influye poderosamente la variable tecnológica: hoy, estos títulos son mucho más avanzados que los de hace, apenas, unos 7 u 8 años, con muchas más opciones y mejores gráficos. Por supuesto, las nuevas redes móviles, mucho más rápidas y estables, como el 5G, también propician que la experiencia sea mucho más satisfactoria para el “gamer”.
El sector se vuelca con el celular
Los desarrolladores, conscientes de esta tendencia, han optado por dar a los aficionados aquello que piden. Es por esta razón que ha aumentado notablemente la oferta de juegos para celular. En muchos casos, son títulos lanzados directamente para este formato, como ha ocurrido con ejemplos de éxito, como uno de los grandes representantes de los deportes electrónicos, el Mobile Legends: Bang Bang. En otros tantos, se han adaptado grandes clásicos de los juegos para computadora o consola, como ha ocurrido con League of Legends o Call of Duty, por poner algunos casos destacados.
Como ya ocurrió en el caso de LOL Wild Rift o de COD Mobile, el éxito de sus “hermanos mayores” en el ámbito de los eSports será determinante para la recepción de esta versión para celular. Valorant es, a día de hoy, uno de los títulos con mayor seguimiento en las competiciones de deportes electrónicos. Y no sólo a nivel de audiencia: los apartados de este “shooter”, en los portales de pronósticos, es uno de los más visitados para aquellos que quieren seguir la evolución de las competiciones internacionales y las ligas regionales de Valorant.
La consolidación de un modelo
El anteriormente citado COD Mobile, perteneciente a la saga Call of Duty, de Activision, abrió el camino a seguir. Ambos juegos tienen mucho en común, empezando por su temática y por el target objetivo de público. El lanzamiento de COD Mobile en 2019 y su consecuente éxito de descargas llamaron la atención de diversos desarrolladores, que aceleraron el proceso de adaptación de sus juegos. Pero Activision les lleva cierta ventaja y se espera que presente, a finales de este año, otra nueva versión: el COD Mobile Warzone.
Lo que parece claro es que este mercado es demasiado atractivo para que estas compañías no se vuelquen, con el objetivo de seguir siendo competitivos y poder llegar a un público más amplio. Es muy probable que veamos más lanzamientos en los próximos meses de otros títulos que han triunfado, tanto en el ecosistema de los videojuegos como en el de los eSports.
