Todas las empresas que efectúan compras y ventas con facturas tienen derecho a deducir el impuesto general a las ventas (IGV), que es pagado por sus adquisiciones para efectos de reducir su carga tributaria.
El crédito fiscal está constituido por dicho impuesto, consignado de forma separada en los comprobantes de pago de bienes, servicios y contratos de construcción.
► LEER TAMBIÉN: ¿Qué conviene más? ¿Un depósito a plazo fijo o el fondo de la AFP?
Según la Esan, en el caso de que las ventas fueron por S/1000 y se adicionó S/180 de IGV, mientras que en compras se gastó S/500 mas S/90, para calcular el crédito fiscal, al primer impuesto se le restaría el segundo.
En este sentido, gracias al crédito fiscal, el contribuyente estará obligado a pagar esa diferencia de S/90 por concepto de IGV. Este beneficio debe ser empleado mensualmente.
Sin embargo, cabe aclarar que no toda compra es susceptible al beneficio del crédito fiscal.
Derecho a crédito fiscal
Para la Sunat, solo cuentan con derecho a crédito fiscal las adquisiciones de bienes, las prestaciones de servicios, los contratos de construcción y las importaciones que reúnan una serie de requisitos:
1. Gasto o costo de la empresa
Se considera que las compras deben estar permitidas como gasto o costo de la empresa, incluso cuando el contribuyente no esté afecto al Impuesto a la Renta.
Si alguien compra un auto para uso personal, no podrá destinar el IGV por dicha compra para el crédito fiscal de su empresa.
En cambio, si el vehículo es adquirido como herramienta para la compañía, a este sí podría aplicársele la deducción del IGV como crédito fiscal.
2. Nombre y número de RUC
En otros requisitos formales, la Sunat obliga que en los documentos de pago figuren el nombre y el número de RUC del emisor.
Asimismo, los comprobantes, notas de débito, y copias autenticadas por el agente o el fedatario de la aduana.
Cabe señalar que es importante estar actualizado con respecto a las obligaciones, derechos y prohibiciones relacionadas con el crédito fiscal.
Se debe consultar con el contador de la empresa y revisar las normas legales debe ser una práctica cotidiana, pues ayudará a ganar mayor rentabilidad y a estar siempre alineado con las normas.