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Brenda Silupú: «La Sunat debería acompañar y empoderar a las mypes y no solo sancionarlas»

La exdirectora del Centro de Asesoría Microempresarial (CAM) de la UDEP conversó con Infomercado tras dejar el cargo luego de casi 10 años de trabajo con las mypes de la región. La investigadora asegura que la figura actual del ente recaudador solo incrementa la informalidad en dicho sector.
Por César Flores Córdova Publicado: Últ. actualización: 30 mayo, 2020 01:11
9 minutos

Brenda Silupú Garcés ha sido directora del Centro de Asesoría Microempresarial (CAM) de la UDEP por nueve años. Hace unos días dejó el cargo pero el aprendizaje con los microempresarios ha sido enriquecedor.

Hoy sistematiza toda esa experiencia en contenido académico con universidades de España y Estados Unidos.

Infomercado conversó con ella para conocer su diagnóstico sobre la realidad de las microempresas en la región y el norte del país.

¿Cuál es la realidad de las mypes hoy?

No ha habido mucha mejora en los últimos 10 años. Luego de mi primer libro en el 2011, donde reflexiono sobre la realidad de las mypes, casi nada ha cambiado. Sus principales obstáculos son la formalización y el desorden.

¿El desorden?

Son pequeños negocios muy desordenados, que no tienen claridad de lo que ganan y de lo que pierden, no manejan costos, ni información para formalizarse. Esa informalidad las limita en su crecimiento.

¿La informalidad las lleva al desorden?

Van en paralelo. De acuerdo a lo que he investigado, existen muchas mypes que tienen más de 14 años de operación, pero siguen en la informalidad. ¿Por qué? Pueden ser por el estilo de vida que aún no se ha investigado. La informalidad no solo está relacionado al pago de impuestos. En la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del 2018, cuando se le pregunta al microempresario porqué sigue siendo informal, el 60% considera que no es necesaria la formalización y, además, consideran que la informalidad está bien. Entonces, por el hecho de no considerar necesaria la formalización, podríamos decir que en la cabeza del microempresario la informalidad es un estilo de vida. Pero está respuesta es de los varones emprendedores. Otra es la respuesta de las mujeres porque ellas afirman que no se formalizan porque ganan muy poco y no les alcanza para formalizarse.

¿La mente del varón emprendedor busca comodidad en la informalidad y la de la mujer le preocupa que la formalidad les toque el bolsillo?

Así es. Hay una diferencia de género desde lo que piensa un emprendedor informal varón o mujer. Por ello, pienso que las políticas públicas no han resultado efectivas. No deben ser iguales para todos, deben ser más inclusivas. Desde hace muchos años que se incentiva la formalización con las mismas políticas, pero hay diferencias. Otro ejemplo es que no es lo mismo la formalización de una mype en la zona rural que en la ciudad. Las políticas deben estar más dirigidas a analizar la realidad de las mype. Un factor adicional a tomar en cuenta: el nombre ‘Sunat’ es mal visto por los microempresarios. La Sunat debería tener más un rol de acompañamiento y empoderamiento de las microempresas más que un rol sancionador.

En realidad, la Sunat más que una ‘superintendencia de administración’ es solo ‘recaudadora…’

Eso es exactamente, su objetivo es recaudar, pero para recaudar necesitas que el empresario esté convencido que lo que tiene que pagar le va a generar un beneficio. Creo que la Sunat debería empoderar a sus trabajadores en sentido orientador y facilitador.

¿Esa figura de la Sunat incrementa la informalidad?

Actualmente sí. Y esto no solo pasa en las grandes ciudades. Pensemos en los microempresarios de las zonas rurales que no tienen información ni los medios para formalizar.

Además cuando te capacitan solo te hablan de sanciones…

Así es. Y en la zona urbana, las mypes que tienen acceso más fácil a la Sunat, no quieren ir a buscar orientación porque sienten que brindarán información de la empresa para que los auditen y los sancionen. Eso no debería pasar. Podría analizarse lo que se hizo en Chile donde se aplicó un ‘periodo de maduración de las empresas’. Las estadísticas señalan que una empresa, cuando empieza a operar, no tiene los recursos suficientes, no hay capital semilla, tienes limitación de recursos. Lo poco que tienen lo usan para iniciar operaciones, pero no para formalizarse, como primer paso. Existe una etapa de maduración de la empresa de entre uno y dos años. Hay muchas investigaciones que dicen que el emprendedor nace informalmente porque toma el riesgo, hace prueba error y comprueba si funciona el negocio emprendido.

Entonces, ¿su propuesta es que, en los dos primeros años, exista cierta flexibilidad con la informalidad?

No es que haya cierta flexibilidad, diría más bien que sean años que sirvan para empoderar a los emprendedores, para que puedan hacer los procesos de manera correcta.

¿Quién supervisaría?

No es el Ministerio de la Producción ni la Sunat porque son miles de empresas y sería difícil conseguir el recurso humano. Propongo que el gobierno use el recurso de las universidades públicas, donde los alumnos de carreras empresariales se hagan cargo de una microempresa hasta que culmine su carrera. Creo que es mejor ello a que hagan tesis que se quedan en las bibliotecas.

Hacerse cargo de una mype acompañados por un docente…

Sí. El universitario tiene la facilidad de tener un docente cerca para hacerle las consultas y sus trabajos académicos podrían aplicarse a la misma empresa. Después de 5 años, ese universitario podría realizar su tesis de grado de dicha experiencia. Entonces, el impacto social es mayor a tener un trabajo guardado en una biblioteca. Esta propuesta es una opción adicional a las formas conocidas de titulación.

La informalidad laboral es otro problema de la formalización. La obligación del Seguro Vida terminará de ahorcar a las mypes…

Las investigaciones dicen que hay niveles de informalidad. Es decir, el primer paso de una mype es la formalización tributaria, tener RUC y pagar impuestos. El segundo paso es la formalización de los registros, Defensa Civil, permisos municipales, etc. Y el último paso, el más complicado, es la formalidad laboral, que la gran mayoría no lo tiene. Los trabajadores no pertenecen a una planilla de pago, ni siquiera los mismos dueños de la empresa. La Sunat lo ha declarado: existen 1 millón 600 mil empresas formales, pero 1 millón de ellas no tienen a sus trabajadores en planillas.

Entonces, las mypes siguen informales a pesar de pagar impuestos…

¿Cuál es el plan de acción para lograr la formalidad laboral? A pesar de tener RUC, pero sin la formalidad laboral, siguen siendo informales. Los costos laborales son bastante altos para las mypes. Creo que debería diseñarse incentivos para que opten por la formalización; quizá por etapas. Por ejemplo, las mypes invierten en capacitación para sus trabajadores y, esa inversión, podría servir para la deducción de sus impuestos. Los empresarios manifiestan que existen muchos obstáculos para formalizarse porque no tienen conocimiento de cómo hacerlo.

Pero hay muchas capacitaciones para mypes, todos los meses…

Ese es otro tema del que soy crítica. Existe un número grande de microempresarios que participan en las capacitaciones que brinda el gobierno pero, ¿solo debe ser capacitación?  Esa capacitación debe incluir asesoramiento y monitoreo. De qué sirve capacitar a 50 mil mypes sino sabemos si mejoraron. Es mejor tener un grupo de 20 mypes capacitadas, orientadas y con monitoreo pues serán modelo para otras y harán un efecto multiplicador. ¿De las 50 mil capacitadas, cuántas crecieron? Con nombre y apellido, ¿cuántas microempresas se han empoderado? El gobierno no solo debe mejorar sus estadísticas propias de capacitación sino comprobar si las mypes crecieron como empresa.

Con ese diagnóstico, ¿la gran mayoría de las mypes siguen en subsistencia? ¿Cuál es la esperanza de vida de las mypes? Las cifras señalan que aparecen 4000 mypes al año y mueren 1500…

Es verdad, la mayoría de mypes viven en la subsistencia. Con respecto a las cifras, esas son las que brinda el Ministerio de la Producción, pero mueren más mypes hoy. Según las cifras oficiales, de cada 10 empresas que se constituyen anualmente, 9 fracasan. Solo una mype pasa los dos años de existencia. Entonces, si el nivel de fracaso es muy alto, no hay que intentar formalizar a las 10 en el primer año, sino preocuparnos de que no fracasen. Es importante señalar que no fracasan por la informalidad, sino porque desconocen las particularidades del mercado. Inician su negocio porque tienen una habilidad para hacer sombreros, pero no saben comercializarlo, acumulan su producción y no saben venderla.

¿Eso es lo que se llama ‘informalidad en la gestión’?

Informalidad en la gestión empresarial. No todos las mypes saben gestionar su negocio, definir precios y costos, determinar los canales de comercialización. Los emprendedores por subsistencia no piensan en el mañana, solo en el diario. La planificación y ordenamiento es lo que les falta a los emprendedores de subsistencia.

Entonces, en orden de importancia, en la mentalidad del emprendedor, ganar dinero es más importante que formalizarse…

Así es, ‘asumen el riesgo’. Por eso digo que la función de Sunat no solo debe ser la recaudación de impuestos sino ser amigo del empresario, ser más orientadora. De esa manera, la cultura tributaria llegará por inercia. Si el empresario ve que alguien te está ayudando a incrementar sus ventas, va ir a pagar solo y necesariamente se va a formalizar. En lo laboral, si le das incentivos, ellos por inercia vendrán a formalizarse. Demos un tiempo de maduración de las empresas para que puedan definir el negocio, pedirles que se formalice desde el inicio es complicado porque no tiene capacidad de hacerlo así tenga la voluntad.

¿La inversión en formalización debe también generarse en provincias?

Las políticas deben ser más inclusivas en provincias, mucho más en fronteras, como Tumbes, donde hay alta informalidad. Es allí deberían existir más planes de acción orientadoras, y no quedarse en Lima donde están obligados a formalizar porque la competencia entre ellas es alta. Todos los recursos deberían concentrarse en provincias y, si la mujer tiene más voluntad de formalizarse, concentrarnos en ellas. Eso no es exclusión, sino que las estadísticas nos muestran esas particularidades