«¿Cuál es el aporte de la mujer en el sector minero?», fue la pregunta que Antonio Orjeda le hizo a una alta directiva de una importante empresa minera. «La misma que el hombre», le respondió ella.
Corría el año 2004 y la presencia de la mujer como persona emprendedora no era común. Allí nació la aventura de contar las historias de más de 500 mujeres exitosas que generan empresa en el Perú.
Conversamos con Antonio Orjeda, autor de los libros «Mujeres Batalla» y «Mancha Brava: Heroínas de la Pandemia«, sobre la realidad de la mujer emprendedora en el país.
Has conversado con más de 500 mujeres emprendedoras, ¿cuál es la razón por la que la mujer peruana decide emprender?
Cada caso es único. Conozco emprendedoras que han comenzado porque sentían que tenían que hacerlo, otras que lo han hecho a partir de que se han visto contra las cuerdas. No hay una ley.
¿Qué hay en común entre las entrevistadas?
La mujer emprendedora da más y sin temor. En estos 17 años que llevo entrevistando a mujeres emprendedoras han sido años de aprendizaje constante.
¿Cómo nació el proyecto de entrevistar a mujeres emprendedoras?
Es una pregunta muy grande, pero creo que entra a tallar la generosidad y sonoridad. He encontrado que ellas poseen voluntad de ayudar. Cuando salió el libro «Mujeres Batalla» invité a la presentación a todas las entrevistadas. Esa noche el auditorio estuvo repleto y, al final de la presentación, ellas comenzaron a interactuar entre sí, muchas habían leído la historia de la otra. Una de ellas planteó continuar con las reuniones y me invitaron. En una de esas reuniones nació la Asociación Mujeres Batalla. Tenía una especie de cernidor al momento de entrevistar: solo entrevisto a personas que consciente o inconscientemente le hacen bien al país.
¿Existen diferencias entre la forma de hacer empresa entre una mujer de la capital y la de provincia?
Mi experiencia es muy pequeña, pero lo que te puedo decir es que en esencia no encuentro diferencias.
Desde 1821 solo han existido tres ministras de Economía. ¿Por qué incluir a funcionarias públicas en último libro?
Desde que fundé mi revista «Mujeres batalla» habían cuatro secciones: empresaria, ejecutiva, emprendedora social y la empleada del mes. Esta última sección se creó porque no hay necesidad de ser la cabeza para ser emprendedora. La actual ministra de Economía, ‘Toni Alva’, está en mi libro «Mancha Brava: Heroínas de la Pandemia» porque es un libro que incluye a mujeres de oficios diversos que han estado en primera línea de la pandemia. Lo sencillo sería enfocarse en médicas, enfermeras, pero mi objetivo fue ampliar el espectro y pienso que una de las protagonistas clave ha sido la ministra de Economía, como funcionaria pública. Me pareció que era la representante adecuada porque el caso de ella es interesante pues, cuando la eligieron, tenía 34 años y comenzaron a criticarla por su edad.
¿Crees que es posible erradicar la visión machista de la economía?
Va a ser muy difícil, pero las cosas están cambiando y es porque ellas mismas se van convirtiendo en un contingente mayor. Las que están más arriba son conscientes de que están abriendo camino para las demás. El año pasado publiqué la primera versión de «Mancha Brava». Ahí estaba la historia de Susana Eléspuru, gerente de general de Procter & Gamble (P&G) en Perú y ella es un caso muy interesante porque asumió la gerencia de esa empresa en el año 88. El día que asume se anunció la hiperinflación. Susana tenía 35 años y era la primera vez en el mundo que P&G apostaba por una mujer para ese puesto. Ella tenía todo en contra, pero decidió seguir adelante. En cuestión de tres años, P&G se convirtió en un semillero. Por ello, las mujeres la tienen difícil, pero menos que hace 10 o 15 años.
En unas décadas, ¿qué esperas que cambie en el mundo emprendedor de las mujeres?
Ellas van a seguir avanzando y nos va a tocar a aceptar que ellas van a ser la cabeza, la mujer tiene un talento descomunal. Es importante también que ellas comprendan que todo gran poder implica una gran responsabilidad entonces esperemos que todo vaya en orden, que trabajemos en equipo., que seamos una mancha brava.