Es cierto que la pobreza monetaria disminuyó en 4.3% del 2020 al 2021, registrando un valor de 25.9%, sin embargo, aún se ubica por encima del nivel mostrado al término del año 2019, el cual se situaba en 20.2%.
Uno de los factores que ha ocasionado que se observe una menor disminución de la pobreza ha sido el crecimiento de precios, manifestado en el hecho de que la canasta básica de consumo se ha encarecido en 5.2% en el 2021.
Se debe tener en cuenta que la pobreza es calculada comparando los valores del gasto per cápita y las líneas de pobreza, ambos a precios corrientes.
Es necesario señalar que, el valor corriente del gasto en un año dado es el observado (calculado) en el año de la encuesta, mientras que el valor de la línea de pobreza en ese año es el valor actualizado por inflación.
Por esa razón, no todo el incremento en el gasto nominal (corriente) se traduce en mayor poder adquisitivo de los hogares, pues dado el incremento en la inflación, ahora se necesita más dinero para comprar la misma canasta.
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Por ello, Javier Herrera, director de Investigación del IRD Francia, en su participación como panelista del «Dialogo CIES Perú Sostenible» organizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en conjunto con el Consorcio de Investigación Económico y Social (CIES), presentó un pequeño estudio que abordó el tema en cuestión.
Herrera propuso que, para saber cuál hubiera sido el nivel de pobreza en 2021 si no hubiese habido inflación, se tendría que recalcular el nivel de pobreza comparando los gastos nominales (corrientes) de este año con el valor de la línea de pobreza del año pasado.
De esta manera, la diferencia del valor de la pobreza respecto a la incidencia en el año anterior, da como resultado la variación total de la pobreza que se hubiera observado en ausencia de inflación.
En pocas palabras, el efecto de la inflación resulta de la diferencia entre la incidencia de pobreza de 2021 (con la línea de pobreza calculada a precios de 2021) y la incidencia que resulta de aplicar el valor de la línea de pobreza en 2020 a los gastos del 2021.
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Como se mencionó anteriormente, considerando los resultados de pobreza del 2021, la variación de incidencia de pobreza respecto al 2020 ha sido de -4.3%. Sin embargo, si no hubiese habido nada de inflación, la pobreza hubiera disminuido en 7.1%. Por consiguiente, la inflación hizo aumentar la pobreza en 2.8%.
Para ilustrar el estudio, Herrera investigó el efecto de la inflación sobre el nivel de pobreza entre 2010 y 2015, arrojando de que si no hubiese habido inflación entre los años en cuestión, la línea de pobreza hubiera sido la misma que en 2010, es decir, hubiese habido menor incidencia de la pobreza.
