Uno de las actividades más afectadas durante esta cuarentena ha sido el turismo. El cierre de fronteras en el país y la prohibición de moverse entre regiones, con el objetivo de evitar el aumento de contagios, ha supuesto el desempleo de 400 mil trabajadores de este sector en lo que va del año.
El presidente de la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR), Carlos Canales, declaró durante su presentación en la Comisión de Comercio Exterior y Turismo del Congreso, que al menos siete de cada diez trabajadores formales del sector turismo perderían su empleo al cierre del 2020, ante las dificultades para la reactivación de este sector.
El turismo emplea a 1.4 millones de trabajadores formales, es decir, el 12% de la Población Económicamente Activa (PEA) que trabajan principalmente en la micro y pequeña empresa. Además, Canales estima que otras 2 millones personas vivirían del turismo de manera informal.
¿Cuáles son las empresas afectadas en este sector?
Las empresas ligadas al sector turismo que se han visto afectadas son las agencias de viaje, los guías turísticos, los restaurantes, hoteles, transporte e, incluso, artesanos de todas las regiones del país que han tenido que cerrar desde que comenzó el Estado de Emergencia.
El sector turismo generó US$5,800 millones en turismo receptivo (extranjeros) y US$6,200 en turismo interno en el 2019, es decir, alrededor de US$12,000 millones, lo que representa 4 puntos del PBI. Sin embargo, las expectativas para este año son desalentadoras.
“Antes del inicio de la pandemia, en marzo teníamos una previsión de US$6,000 millones solo por turismo receptivo y superar los US$12,000 millones en el 2020, pero ahora en realidad será US$10,000 millones menos”, estimó Canales.
Una nueva ley
El presidente de Canatur señaló que es urgente discutir e implementar una nueva ley general de desarrollo productivo del sector turismo, con un régimen tributario distinto que otorgue reducción de impuestos y exoneraciones como ya se da en otros sectorres, como el agroindustrial o la minero.
En esa nueva ley también se requiere, según Canales, un régimen laboral más flexible para los trabajadores de esta actividad, más adaptado a las bajas y altas temporadas que existen en este sector.