Sectores

Roundhead Brewing Company: De un pequeño laboratorio en su casa a una cervecería artesanal peruana en Boston

Desde su fundación en 2021, logró combinar la tradición con la creatividad, creando un modelo de negocio que inspira tanto a emprendedores como a amantes de la cerveza.
Por Iveth Yamunaque
7 minutos
Roundhead Brewing Company

Luis Espinoza, nacido en Huánuco, nunca imaginó que su pasión por la gastronomía, y posteriormente, por la cervecería, lo llevarían a emprender de manera internacional. Sin embargo, tampoco imaginó que en el camino se encontraría con Craig Panzer en un partido de fútbol de sus hijos y que ambos forjarían una alianza para crear algo novedoso.

Así nace Roundhead Brewing Company, la primera cervecería artesanal de propiedad latina ubicada en Boston. La cual se ganó un lugar especial en la comunidad cervecera por su innovación, calidad y conexión cultural. Desde su fundación en 2021, logró combinar la tradición con la creatividad, creando un modelo de negocio que inspira tanto a emprendedores como a amantes de la cerveza.

Inicios de Luis Espinoza

Luis Espinoza, nacido en Huánuco y criado en Lima desde los 8 años, creció rodeado de una rica cultura familiar, donde las raíces de su amor por la cocina se sembraron. Desde niño vivió en barrios entre La Victoria, San Luis y San Borja, lugares donde, además de forjar sus primeros sueños, compartió momentos especiales con su familia, sobre todo con su tío, quien lo introdujo al mundo de los gallos.

«Mi tío Vitaco criaba estos gallos, y de alguna forma esa experiencia quedó marcada en mi memoria».

Esta conexión entre los sabores de su lugar de nacimiento y la pasión por la crianza de los gallos no solo le dio un vínculo profundo con su infancia, sino que también significó mucho, ya que con el pasar del tiempo descubriría su conexión familiar con la cocina, pues junto a su familia tenían una panadería llamada D’ Lucio.

Motivado por esta pasión, Luis logró estudiar en la escuela culinaria INAD, que pasó a llamarse Le Cordon Bleu y trabajó en bares y restaurantes antes de emigrar a Boston a los 26 años.

Luis Espinoza tuvo que enfrentar el primer gran desafío, no saber inglés. Sin embargo, esto no le impidió continuar con su nueva aventura en Estados Unidos.

En Boston, la diversidad de cervezas despertó su curiosidad. Mientras trabajaba en hoteles como Marriott y Westin, comenzó a experimentar con la elaboración de cerveza en casa. Para ello decidió investigar en internet y leer libros respecto al rubo de la cervecería. A partir de aquí descubrió su curiosidad por innovar y crear una cerveza que mezclara su cultura peruana mediante productos latinos.

Para ello, decidió implementar un pequeño laboratorio en el sótano de su casa, en el cual usaba solo tres galones para empezar a experimentar con sus creaciones y seguir probando los sabores de sus más recientes productos. Con el tiempo perfeccionó su técnica, aumentando la capacidad de producción, pasando de 3 galones a un barril completo.

De esta manera, lo que comenzó como un pasatiempo y curiosidad personal se transformó en un proyecto empresarial con identidad propia. Es así que en 2017 Luis decidió que era tiempo de formalizar por lo que inició vendiendo cervezas en su hogar, compartiéndolas con amigos, vecinos y familiares.

“Recibía buenos comentarios y hasta donaciones para seguir experimentando. Esto me motivó a formalizar la idea en 2017”.

Fue entonces cuando decidió usar ingredientes representativos peruanos como maíz morado, papaya, mango y naranja, para crear cervezas con un ADN de su país de origen

Asi es como nace «Ají Seco», inspirado en los gallos que criaba su tío Vitaco cuando Luis era un niño. Sin embargo, pensando en la internacionalización, optó por Round Brewing, un homenaje al término americano Roundhead, que describe a esos mismos animales.

La alianza que impulsó el sueño

En 2019, un encuentro fortuito con Craig Panzer, un cocinero de Inglaterra, logró que cambiara el rumbo de su vida. Craig es un cocinero que después de salir de la universidad se puso a trabajar directamente en una cervecería artesanal, Otter Creek y Wolaver’s Organic Ales.

Este encuentro marcó un nuevo comienzo en la vida del emprendedor peruano. Ambos se conocieron en un partido de fútbol de sus hijos. Aquí forjaron una amistad en la que descubrieron que ambos contaban con pasiones parecidas y aunque Craig no quería ni podía fundar una cervecería fue motivado por Luis y su idea de emprender.

En los encuentros diarios, Craig probó las cervezas creadas por Luis, de las que quedó sorprendido por el sabor que tenían. De esta manera Craig decidió unirse a Luis en la idea de seguir impulsando una cervecería latina en Boston.

Pasó el tiempo y decidieron alquilar un espacio, adquirieron equipos y superaron los trámites legales para formalizar la cervecería. Espinoza incluso renunció a su trabajo como cocinero en el Marriott para dedicarse por completo al negocio.

Aunque inicialmente planeaban solo vender cerveza, la falta de socios con una visión compartida los llevó a ampliar su propuesta. Espinoza, aprovechando su experiencia culinaria, diseñó un menú de pizzas con un toque peruano. Entre las más populares están la de choclo con queso y salsa huancaína, y una inspirada en el pan con chicharrón, con puré de camote, tocino y cebolla encurtida.

De esta manera lograron consolidar sus creaciones rápidamente, por ello, en 2021, lanzaron una campaña de recaudación de fondos para abrir su propia cervecería, Roundhead Brewing Company, en Hyde Park, Massachusetts.

En este lugar, los socios probaron métodos menos convencionales para crear sus cervezas fiel a su estilo. Pues decidieron usar un experimento realizado en California para producir un nuevo tipo de cerveza: la Quantum Reggae. Su producción consiste en colocarle música reggae a los granos de maíz para que crezcan más emocionados.

Con esta misma línea, ambos continuaron con sus innovaciones y sus combinaciones culturales. Es importante señalar que debido al perfeccionamiento de sus técnicas, Luis cuenta con un libro de 200 recetas que logró desarrollar. Sin embargo, no todas las cervezas están completamente terminadas, pero se encuentran avanzando poco a poco.

Una operación pequeña, pero poderosa

Actualmente, Roundhead Brewing Company cuenta con un equipo diverso de 22 empleados y opera en tres áreas principales: la cocina, el “taproom” y la zona de producción. Cada miembro del equipo tiene una profesión además de la de cocinar o ser bartender, como docentes, doctores o policías. Esto contribuye a un ambiente único que enriquece la experiencia tanto para los clientes como para los empleados.

«Somos la cervecería más pequeña de Boston, con una capacidad de producción de solo cinco barriles, pero eso nos permite ofrecer cervezas frescas y en constante cambio».

Roundhead se especializa en cervezas de lotes pequeños con influencias latinas, maridadas con creaciones gastronómicas como pizzas preparadas en su propia cocina. Debido a esto, la calidad de su oferta no pasó desapercibida, pues en 2023 fueron premiados como la Mejor Cervecería por Boston Magazine.

Impacto comunitario y visión de futuro

Además de producir cervezas de alta calidad, Roundhead Brewing se convirtió en un pilar de la comunidad local, contratando personal de la zona y utilizando ingredientes regionales. Recientemente, celebraron su segundo aniversario con el Contigofest, el primer festival de cerveza latina en Boston, un evento que Espinoza describió como una oportunidad para colaborar, intercambiar cultura y celebrar nuestra influencia en la industria cervecera.

Por otro lado, el futuro de Roundhead Brewing incluye la apertura de un nuevo taproom en un antiguo almacén, la mejora de sus instalaciones actuales y un cierre de venta de casi 2 millones de dólares en ingresos para este 2024.

Con una combinación de innovación, compromiso cultural y una fuerte conexión con la comunidad, Roundhead Brewing Company no solo logró su lugar en la escena cervecera artesanal de Massachusetts, sino que también está marcando un camino único para otras cervecerías latinas.