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Ronderos obligan a alcalde a pedir perdón de rodillas por reunirse con la PCM

En Puno, el alcalde del distrito de San Antón pidió perdón de rodillas por haber viajado a lima, presuntamente, para reunirse con el PCM y se comprometió a encabezar próxima huelga indefinida.
Por Jahir Trelles
2 minutos

Según medios locales, la central única de rondas campesinas de Puno llamó a una reunión de emergencia en el distrito de San Antón (Azángaro) luego de enterarse de que su autoridad municipal, Marco Antonio Mamani Luna, había tenido una reunión con el Premier Alberto Otárola en Lima.

Los habitantes del distrito de Azángaro culparon al funcionario municipal de intentar dividir a la población que lo eligió. Sometiéndolo a ‘juicio popular’ por considerar esto como una traición a las medidas de protesta tomadas contra el gobierno central.

Alcalde cuestionado por rondas campesinas

El alcalde de San Antón fue llevado a la plaza para explicar los motivos de sus acciones. En medio del extenso debate, Marco Antonio Mamani Luna, admitió haber ido a Lima sin el conocimiento ni la aprobación de la población o los miembros del consejo municipal. Del mismo modo, la autoridad, no pudo dar una explicación clara sobre los gastos asociados a ese viaje.

Aunque, negó haberse reunido con el presidente de la PCM; sí declaró que había ido a presentar proyectos a varios ministerios.

Según entrevistas previas con medios escritos, Luna Mamani señaló que llevaba dos proyectos de agua potable y letrinas para comunidades, y que tenía la aprobación tácita de su pueblo para hacerlo, ya que los líderes de los centros poblados le pedían obras para sus comunidades.

Durante la reunión, los habitantes del distrito confrontaron al alcalde por esas declaraciones, pues ellos no tenían conocimiento de su viaje.

Los habitantes del distrito exigieron que el alcalde fuera suspendido de su cargo sin goce de haberes y que se le aplicara un correctivo disciplinario. Y la mayoría de la población votó a favor de la disciplina.

Alcalde pide perdón de rodillas

Con la presencia de los ronderos, el alcalde se vio obligado a pedir perdón públicamente por trabajar a espaldas de la comunidad y fue sometido a ejercicios físicos como «ranas» y «planchas» en la plaza de San Antón. Se enfatizó que el pueblo merece respeto, por lo que la autoridad municipal se comprometió a liderar la huelga indefinida.