En la última edición de Perspectivas de la economía mundial, del Fondo Monetario Internacional (FMI) se señala qué medidas deben tener los gobiernos de cada país para garantizar una recuperación sostenida.
En primer lugar, se menciona que es necesario una mayor colaboración internacional para terminar con esta crisis sanitaria.
Establece que solo si los países colaboran estrechamente habrá una producción suficiente y una distribución generalizada en el desarrollo de pruebas, tratamientos y vacunas.
Y en tal caso, si se dispone de soluciones médicas con mayor rapidez y de forma más extendida que el escenario base, el ingreso mundial en términos acumulados podría incrementarse en casi 9 billones de dólares a 2025.
En segundo lugar, las políticas deben centrarse con firmeza en evitar que la crisis genere un daño económico persistente.
Los gobiernos deben continuar ofreciendo apoyo a los ingresos a través de transferencias monetarias focalizadas, subsidios salariales y seguros de desempleo.
Proyectan que para evitar quiebras a gran escala y asegurar que los trabajadores puedan volver a empleos productivos, las empresas vulnerables deben seguir recibiendo apoyo a través de aplazamientos del pago de los impuestos.
Así como de moratorias del servicio de la deuda e inyecciones asimilables a capital social.
Pero a medida que la recuperación se fortalezca, las políticas deben reorientarse para facilitar la reasignación de trabajadores.
Desde sectores con probabilidad de contraerse a largo plazo (turismo) hacia sectores de crecimiento (comercio electrónico).
Para el caso de economías de mercados emergentes y en desarrollo, estas tienen que gestionar la crisis con menos recursos, ya que muchas de ellas están limitadas por una deuda elevada y costos de endeudamiento mayores.
Estas economías deberán priorizar el gasto crítico en salud y las transferencias a los pobres, así como garantizar una eficiencia máxima.
También necesitarán que continúe el apoyo en forma de donaciones internacionales y financiamiento concesionario y, en algunos casos, de alivio de la deuda.
Las inversiones en salud, infraestructuras digitales, infraestructuras verdes y educación pueden contribuir a lograr un crecimiento productivo, inclusivo y sostenible.
También, la ampliación de las redes de protección donde existen deficiencias aseguraría que los más vulnerables estén protegidos.
El informe, asimismo, señala que esta crisis es la peor desde la Gran Depresión.
Y, para la recuperación, será necesaria una innovación importante en el frente de las políticas, tanto a nivel nacional como internacional.
Ante esta crisis económica, el FMI ha proporcionado financiamiento con una rapidez sin precedentes a 81 miembros desde el inicio de la pandemia.
Ha otorgado alivio de la deuda y ha intercedido para que se prolongue la suspensión del servicio de la deuda para países de bajo ingreso.