Para el 2020, Perú ocupó el lugar 76 en el índice de facilidad para hacer negocios de un total de 190 economías, según el Banco Mundial. Esto ubica al país en una posición poco favorable en comparación al 2019, cuando ocupó el lugar 68. Algunos indicadores económicos que el Banco Mundial utiliza para medir este índice son el pago de impuestos, obtención de permisos, acceso a créditos y servicios básicos.
En el caso del indicador de obtención de créditos, Perú pasó del puesto 32 al 37, siendo cada vez más importante el mayor acceso a préstamos para pequeñas empresas, lo que solucionaría una de las principales preocupaciones de todo empresario: conseguir financiamiento para sus negocios.
Principales retos de hacer negocios en Perú
Un estudio llevado a cabo por el proyecto Global Entrepreneurship Monitor (GEM), que se basa en un modelo conceptual que relaciona el emprendimiento con los mecanismos que afectan el crecimiento económico de un país, indica que Perú es:
- El tercer país de la región con la más alta percepción de oportunidades para emprender.
- El primero con la mayor percepción de facilidad para poner un negocio.
- El tercero con mayor percepción de capacidades para emprender.
Sin embargo, siguen existiendo algunos retos:
- Burocracia administrativa de las políticas gubernamentales.
- Marco normativo por parte del Estado (que sea acorde con la realidad y al tipo de emprendimiento).
- Carga impositiva.
- Acceso a infraestructura física.
- Educación emprendedora a nivel superior.
- Acceso a financiamiento.
Una opción para solventar éste último son los préstamos online. De hecho, ”se espera que este 2020 se realicen alrededor de 1.2 millones de solicitudes de préstamos online en el país, es decir un 20% más respecto al año pasado”, dice Javier Castro, fundador de la entidad financiera Andy.
Y es que algunas de las principales ventajas de estos préstamos vs. la banca tradicional son:
- El tiempo en que son otorgados. Cuanto menor sea el importe, más rápida es la concesión.
- Menores requisitos que con la banca tradicional.
- Mayor comodidad. Con un smartphone con acceso a internet es más que suficiente.
De hecho, este tipo de préstamos se puede solicitar vía internet ingresando al sitio web de la entidad financiera de su preferencia. Allí los usuarios pueden consultar las opciones de disponibles y solicitar el que más se adecúe a sus necesidades. Posteriormente se completa un breve formulario con ciertos datos personales, y sí todo está conforme, el dinero puede estar disponible en su cuenta bancaria en cuestión de minutos.
Préstamos para todos
Según un artículo de RPP Noticias, seis de cada 10 personas que solicitan este tipo préstamos viven en Lima y el resto en provincias, y un detalle particular es que la mayoría de los solicitantes son emprendedores que usan este financiamiento para su propio negocio, ya sea para solventar emergencias, pagar proveedores, nómina e incluso comprar inventarios para adquirir descuentos por volumen.
Entre los requisitos que se suelen pedir para adquirir un préstamo online se encuentran:
- Ser mayor de edad y tener su DNI.
- Datos conformes.
- Tener cuenta de ahorros a su nombre.
- Buena calificación crediticia.
- Número de teléfono a nombre del titular.
Algunas opciones en Perú donde pueden solicitarse estos préstamos son: Kontigo, Scotiabank, Crezu y Andy. En sus respectivas páginas se puede encontrar más información sobre cómo funcionan, así como los distintos montos disponibles (normalmente van desde S/500 hasta S/10,000)
También existen las fintech, que brindan servicios financieros personalizados apoyados en la tecnología. Según el Diario el Gestión, a la fecha, los movimientos a través de las fintech en Perú acumulan US$2500 millones y la mayoría de las pymes que han acudido a este grupo ha sido principalmente por actividades cambiarias (pues se benefician de mejores tasas cambiarias vs. las ofrecidas por los bancos)
El mundo digital ha simplificado la vida de muchas personas, y esto no deja por fuera a los emprendedores, quienes a través de préstamos para pequeñas empresas pueden acceder a un mundo de posibilidades en cuanto a opciones de financiamiento se refiere. Ciertamente el espíritu emprendedor “se lleva en la sangre”, pero muchas veces es necesario cierto empujón para alcanzar el éxito deseado.