Según informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el Informe Comportamiento de la Economía en el II Trimestre del 2020; el Producto Bruto Interno (PBI) se desplomó 30.2% en el segundo trimestre del año con respecto al año anterior.
Este caída estaría explicado por la disminución de la demanda interna en 27.7%, y el comportamiento negativo de las exportaciones de 40.3%.
A su vez, la reducción de la demanda interna se explica por la caída de la inversión bruta fija en 57.7%, el gasto de consumo final privado de -22.1% y el gasto de consumo final del gobierno -3.2%.
Según señala el informe, el colapso sería producto de las consecuencias del avance del COVID-19, las cuales han dejado a aproximadamente 6.72 millones de personas sin trabajo.
Para Bloomberg esta es la peor caída entre las principales economías latinoamericanas. Mientras que, el Banco Mundial proyecta que esta sería una de las recesiones más profundas de este año.
«No es tan sencillo volver a la actividad económica cuando has tenido una caída tan brutal. Muchas empresas han quebrado y van a seguir quebrando. Es optimista pensar que ya tocamos fondo», indicó Miguel Jaramillo, investigador de Grade a Bloomberg a la página oficial de Agencia Bloomberg.
Componentes del PBI
El consumo final privado disminuyó en 22.1% en el segundo trimestre de 2020, por el menor gasto de las familias en bienes duraderos (-45.1%), bienes no duraderos (-17.6%), servicios (-28.5%) y alimentos (-3.1%).
A su vez, el gasto de consumo final del gobierno disminuyó en 3.2%, explicado por los menores gastos en bienes y servicios en el Gobierno Nacional y en los Gobiernos Regionales y Locales.
Por otra parte, la peor caída dentro de los componentes del PBI fue el de la formación bruta de capital fijo.
El cual se redujo en 57.7%, explicada por la disminución de la construcción en 67.2%, debido al menor gasto de inversión realizado por los tres estamentos del Gobierno y a la paralización de las obras del sector privado, debido a las medidas de Emergencia Nacional decretadas por el Gobierno.
Mientras que, por tipo de inversión, la inversión pública y privada se redujeron en 69.8% y 53.2% respectivamente.
Las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron en 40.3% por las menores ventas de productos tradicionales (-38.6%) tales como: productos pesqueros (-63.9%), mineros (-37.8%), petróleo y gas natural (-37%) y agrícolas (-20%).
La reducción en las importaciones en 31.3%, se explica principalmente por las menores adquisiciones de bienes de consumo duradero (-635%) y no duradero (-20.7%); de bienes de capital y materiales de construcción (-35.6%), por las menores compras de equipo de transporte (-62.9%), bienes de capital para la industria (-28.7%), y materiales de construcción (-21.7%); y de materias primas y productos intermedios (-22.7%).
Por actividad económica
La disminución del PBI en 30.2% fue el resultado de la evolución desfavorable de las actividades económicas:
Pesca y acuicultura con -15.8%, Electricidad, gas y agua (-19.4%), Otros servicios (-20%), Extracción de petróleo, gas y minerales (-34.1%), Manufactura (-34.3%), Servicios prestados a empresas (-43.1%), Comercio (-45.4%), Transporte, almacenamiento, correo y mensajería (-55.3%), Construcción (-67.2%) y Alojamiento y restaurantes (-89.8%).
Sin embargo, atenuaron esta caída las actividades: Servicios financieros, seguros y pensiones (9.8%), Administración pública y defensa (3.9%), Telecomunicaciones y otros servicios de información (2.0%) y Agricultura, ganadería, caza y silvicultura con 1.0%.
