Hace unos años, Y Combinator (YC) ha empezado a fijarse mucho más en startups de Latinoamérica. Solo en el último año ha aceptado a casi el 40% de todas sus postulaciones latinoamericanas. Y ser acelerado por Y Combinator es como pertenecer a la realeza de las startups.
Patrick Wakeham y José Carrillo son los fundadores de la fintech Apurata, una de las startups peruanas incubadas por YC. Conversamos con Patrick Wakeham, quien nos explica cómo han logrado una propuesta de valor aceptada por muchos clientes nacionales.
¿En qué etapa de su proyecto se encuentran?
Hace dos años que pasamos por Y Combinator y estamos en la etapa previa a la Serie A. Levantamos una ronda de inversión a la salida de la aceleradora y hoy estamos afinando la puntería para levantar una Serie A.
¿A cuánto ascendió el primer levantamiento de inversión?
La inversión de Y Combinator fue de 150,000 dólares, en promedio. Después, a la salida de la aceleradora levantamos capital adicional.
¿Qué aspectos han fortalecido con su experiencia en Y Combinator?
El capital es un recurso para hacer el trabajo, pero el trabajo lo ha realizado el equipo. Dentro de Y Combinator existen unas guías como: encontrar el camino para crecer semanalmente; gastar la menor cantidad de dinero posible; y estar continuamente aprendiendo para poder mejorar. Desde que pasamos por Y Combinator veníamos avanzando muy bien, pero llegó la pandemia y eso causó un 50% de desempleo en Lima. En ese escenario tuvimos que poner pausa al negocio porque las personas que no trabajaban se les hacía difícil cumplir sus pagos. Esta pausa abarcó marzo, abril y mayo, pero en junio encontramos una manera de reinventarnos para poder regresar a ese crecimiento a pesar de la situación delicada que se vivía. Fue una especie de Montaña Rusa porque salimos de YC con mucha energía, un crecimiento súper veloz, pero con la pandemia tuvimos que desacelerar, nunca dejemos de prestar dinero a nuestros clientes, pero se bajó la velocidad de crecimiento y dejamos de atraer clientes nuevos.
¿Qué cambios hicieron?
Con la pandemia pasamos a una etapa de reinvención y lanzamos nuevos productos. Adicionales a los préstamos para la clase media, tenemos dos productos que funcionan muy bien. El primero es una herramienta para que los negocios puedan reconciliar sus ventas online, negocios grandes que tienen que procesar miles de transacciones al día. El segundo es un crédito de consumo en el punto de venta, es decir, un cliente puede acercarse a un establecimiento específico y, al momento de la compra, puede optar por financiarla hasta en cuatro meses con 0% de interés. Este beneficio puede ser para clientes con o sin historial crediticio, lo que buscamos es brindarles una inyección de liquidez instantánea. Esta segunda herramienta potencia a los negocios aumentando sus ventas totales en más de 30%. Entonces, después de YC, nos encontramos en una etapa de escalamiento.
En general, el peruano piensa en un banco y no en una Fintech cuando desea prestar dinero. ¿Cómo manejan esa posición de nuestra cultura financiera?
Es uno de los retos que tenemos todos los días. A ello hay que añadir en que el cliente piensa en todas las trabas que un banco le coloca para acceder a un crédito. El reto es que piensen en nosotros y nos vean como mejor alternativa que el crédito bancario. Cuando un cliente paga a destiempo, no le cobramos los 50 soles por día de retraso como lo hacen los bancos; además, tenemos otras opciones para que los clientes puedan reagendar sus cronogramas de pago. El challenge principal es que nos vean como algo diferente y que piensen en nosotros como una fuente de capital. Tenemos clientes que ya tienen hasta 20 préstamos con Apurata.
¿Cuál es su beneficio diferencial frente a otras opciones?
Hoy estamos enfocados en los clientes finales, no financiamos negocios. Dentro de este mundo de consumidores, nos diferenciamos por tener las tasas de aprobaciones más altas del mercado. Tenemos la habilidad de diferenciar los clientes buenos y malos; y de tener una buena tasa de aprobación para clientes a los que nadie les aprobaría un crédito. Además, es parte de nuestra filosofía tener una estructura de re-pagos, como no la tienen otras fintech.
¿El no estar regulados por la SBS es una barrera de entrada para atraer nuevos clientes?
Sí, lo es. La desconfianza es justificada y existe cuando se trata de una nueva marca en el mercado. Por ello, nunca le pedimos a un cliente que haga depósitos de ningún tipo, ni tampoco le cobramos ningún monto antes de que reciba su dinero. Manejamos nuestros procesos para reducir esos potenciales riesgos al no estar regulados por la SBS; sin embargo, sí estamos registrados dentro de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), tenemos permiso de casa de préstamos, y poseemos RUC vigente.
¿Cuál es el ratio de deuda?
Estamos en línea con la industria. De lo conversado con nuestras fuentes de financiamiento, hemos sido comparados de manera favorable a nivel nacional y latinoamericano. Estamos contentos con los niveles de morosidad que manejamos y el objetivo es crecer en el negocio lo más rápido posible para dar un mejor servicio a los latinoamericanos. Nuestro foco no es reducir al máximo la morosidad sino lograr un crecimiento saludable que nos permita seguir brindando un buen servicio. Conforme la empresa madure y tengamos carteras significativas de un billón de dólares podemos empezar a pensar en reducir aun más la morosidad. Hoy nuestro objetivo es que nuestra cartera sea rentable y que nos de suficiente retorno para poder crecer.
¿Cuál su performance en Latinoamérica?
El Perú es un mercado especialmente difícil para esta oferta de préstamos. Creemos que estamos bien posicionados para salir a competir fuera de nuestro mercado. Creo que son pocos países donde la dificultad de operar es más alta como Perú, nuestro país es duro y tiene buenas recompensas, pero estamos preparados para competir.
¿Hacia donde proyectan crecer?
Estamos enfocados en los hispanos parlantes. Vemos oportunidades en México, Colombia, Ecuador, Chile.
Sepa más
- Apurata ha entregado más de 56 mil créditos.
- Más de 97 millones de soles financiados.