Para Diego de La Puente, el emprendimiento es algo que se lleva en la sangre, pero también se aprende con el ejemplo. Esto resume la trayectoria de este peruano, quien es uno de los visionarios detrás de Osaka, la prestigiosa cadena de cocina nikkei que conquista Latinoamérica y Europa.
La historia de De la Puente es una mezcla de herencia familiar y pasiones compartidas, pues creció en una familia de emprendedores. El giro llegó con Diego Herrera, amigo de toda la vida y compañero de aventuras. Unidos por su pasión por el surf y la cocina nikkei, decidieron aventurarse en el mundo de la gastronomía y fundar Osaka.
Conoce la historia del proyecto que empezó entre amigos y luego se transformó en una de las marcas más influyentes de la gastronomía peruana, con presencia en ciudades clave de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos.
Diego de La Puente
Desde niño, Diego de La Puente mostraba una creatividad inusual que lo distinguía de sus compañeros. Mientras otros elegían ciencias, él se inclinaba por el arte y la música.
A sus 14 años, Diego empezó diseñando sus propias lijas para skate y las vendía en el colegio. Aquella experiencia marcó el inicio de su espíritu emprendedor.
Durante los revolucionarios años 80, mientras el país atravesaba la violencia del terrorismo, Diego vivía bajo estrictas medidas de seguridad. Por ello, siempre debía ser cuidadoso con lo que hacía. Es por ello que, a pesar de tener una buena educación y asistir a un buen colegio, no podía salir como otros adolescentes.
Aún así, encontró maneras de crear oportunidades. Además de vender lijas de skate, también comercializaba cajones de naranja a domicilio y comida para perros.
Su vocación empresarial no era casualidad, ya que su mamá tenía un emprendimiento de ropa para mujer y su papá de ropa para hombre. Desde joven, estuvo involucrado en los negocios. Por lo que a los 18 años, mientras sus amigos se dedicaban a estudiar, Diego ya administraba su propia oficina.
Con el tiempo, Diego decidió estudiar arquitectura en la Universidad Ricardo Palma, atraído por la combinación de creatividad y diseño que ofrecía la carrera. Sin embargo, luego de tres años y medio, perdió el interés. Por ello, decidió inclinarse por estudiar Turismo en San Ignacio de Loyola.
Mientras estudiaba, continuó trabajando con su padre importando ropa desde Estados Unidos y distribuyéndola a nivel nacional. Su experiencia creció cuando se convirtió en proveedor de Ripley.
Sin embargo, no todo fue fácil. El Fenómeno de El Niño de 1998 fue un golpe duro, por lo que muchos de sus clientes se quedaron sin ingresos económicos, por ello, decidió vender la empresa y salirse del negocio textil. Después de cerrar ese capítulo, buscó relajarse. Vendió su auto y junto a su amigo de toda la vida Diego Herrera, quien compartía la pasión por el surf, viajó a Bali, una isla de Indonesia.
Idea de Crear Osaka
Con el espíritu optimista siendo jóvenes, Diego de la Puente hizo que su amigo, Diego Herrera, renuncie a su trabajo y juntos recorrieron Asia, Japón, Indonesia, Tailandia, Singapur y Europa, disfrutando del presente sin pensar demasiado en el futuro.
En estos viajes, los amigos se dieron cuenta que habían vivido experiencias increíbles, sin embargo, necesitaban pensar qué hacer cuando regresaran a Perú.
En un principio, los socios contemplaron abrir un restaurante en Bali. De la Puente, amante del surf, soñaba con establecerse en ese paraíso tropical. Sin embargo, la falta de experiencia en gastronomía y el desconocimiento del idioma local hicieron que replantearan su idea. Con esa pensamiento rodeando sus mentes regresaron a Perú.
De la Puente se inscribió en un programa de gestión de restaurantes en Miami, mientras que Herrera acumulaba experiencia como bartender trabajando en catering. Al poco tiempo, De La Puente trabajó en un restaurante español que, a pesar de abrir con muchas expectativas, cerró en tres meses. Esto fortaleció la idea de emprender su propio negocio en el rubro gastronómico.
La idea de Osaka nació durante los estudios universitarios de De la Puente. Al regresar a Perú, Herrera inició un negocio de catering con un chef. A partir de aquí, ambos amigos decidieron unirse y dar pase a un negocio de comida japonesa-peruana sin ser chefs.
La primera oportunidad llegó gracias a una amiga que tenía un restaurante llamado Canepali, abierto solo durante el día. Los socios aprovecharon ese espacio por las noches y lanzaron Osaka como un «All you can eat» de sushi, un restaurante o bufé donde los comensales pueden servirse la cantidad de comida que quieran por solo 15 dólares.
Así empezaron, con mala comida, debido a que no eran cocineros expertos, pero con un servicio único, lo que atraía a los clientes tanto nacionales como extranjeros. Además, solo tenían unas cuantas botellas de whisky, cervezas y un DJ, por lo que Osaka comenzó como un pop-up durante seis semanas.
Luego de que les comunicaran su salida del local, De la Puente le propuso a Diego Herrera crear una fusión asiática, combinando influencias tailandesas y japonesas.
En enero de 2002, abrieron en el Boulevard de Asia, con un bar rústico de bambú, piso de tierra y sushi al aire libre. En ese entonces, había pocas opciones de comida en la playa, lo que hizo que Osaka se volviera popular. Sin embargo, cerraron en marzo de ese mismo año.
En diciembre de 2002, Osaka reabrió en la avenida Conquistadores de Lima, consolidándose como un restaurante más profesional y atrayendo a turistas y locales. En este local permanecieron tres meses, brindando una atención especializada y satisfaciendo las necesidades de su público.
Expansión internacional y franquicias
En 2005, Osaka cruzó fronteras y abrió su primer local en Buenos Aires. Después vinieron Santiago, México, Sao Paulo, Quito, Bogotá y Asunción.
Asimismo, con el pasar del tiempo, lograron invertir en Nueva York, en donde inauguraron nuevos locales y operando personalmente. En 2011, los amigos conformaron un holding llamado MCK Hospitality, empresa enfocada en el rubro gastronómico, el cual tuvo como primera marca posicionada a Osaka.
En 2019, inauguraron el décimo restaurante de Osaka en Miami, y en 2020 planeaban abrir en Londres. Sin embargo, no todo fue éxito. Por falta de administración y desconfianza en las áreas, cerraron locales en Los Ángeles y otras ciudades. Es así como Diego y Herrera tomaron estas situaciones como oportunidades para aprender en el proceso.
En ese entonces, Osaka introducía alrededor de 20 platos nuevos al año, manteniendo viva la innovación y la creatividad.
Osaka: Tiempos de pandemia
Cuando la pandemia paralizó al mundo, algunos negocios vieron una oportunidad para reinventarse. Tal fue el caso de MCK, el conglomerado peruano que bajo el liderazgo de los amigos logró transformar el desafío en crecimiento. Por ello, decidieron tomar como principal estrategia la venta por delivery, a pesar que el modelo de su negocio no estaba diseñado para eso, pero se adaptaron e innovaron.
En ese momento, decidieron crear marcas específicas para delivery, como Black Burger y Noritaco, utilizando las cocinas de sus restaurantes existentes. La estrategia resultó ser un éxito y dio origen a Megabyte, una foodtech que opera dark kitchens (venta de comida a domicilio) en Perú y México.
Para 2022, Osaka, una de las marcas icónicas de MCK, estaba presente en ocho países, con ventas anuales superiores a los 35 millones de dólares. La empresa ya proyectaba alcanzar ventas por 55 millones de dólares y duplicarlas para 2025, impulsada por su expansión en Estados Unidos, Europa y Medio Oriente.
El conglomerado consolidó su presencia en Perú, Argentina, Ecuador, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos y Londres. Esta expansión no solo fortaleció a Osaka, sino que permitió la integración de nuevas marcas al holding, como DonDoh, Ko Asian Kitchen, Nori Taco, Kuuru, Barrio y Carnaval, uno de los 50 mejores bares del mundo.
El crecimiento de MCK no se detiene. En octubre de 2023, la empresa invirtió cerca de un millón de dólares para instalarse en Palermo, Buenos Aires. Esta se convirtió en una gran oportunidad para crecer y ganar espacio en el mercado argentino.
En 2024, Osaka continúa con sus planes de expansión, por lo que llegará a Madrid y Chicago como expansiones propias. Ambos locales se encuentran en construcción. Asimismo, se encuentran a la espera de la apertura en Dubái con una inversión de 15 millones de dólares, según lo registró Diario Gestión.
Es así como Osaka, dentro del conglomerado MCK Hospitality, sigue consolidándose como un referente en la gastronomía, demostrando que la innovación y la adaptabilidad son clave para el éxito.