Forbes dio a conocer la lista de ‘Las 100 Mujeres más Poderosas de México’ edición 2021, en la que se incluye a Iveth Camila Ortiz de 12 años. Una computadora y mucho corazón fueron las herramientas para su inclusión.
En este listado se reconoce a las mujeres mexicanas que, durante el último año, han contribuido a la recuperación en la esfera corporativa, política, social, deportiva y artística.
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Apoyo a personas de la tercera edad
En diálogo con Forbes, los abuelos de la menor cuentan que sabían que pronto se vacunarían, pero no qué pasos seguir para registrarse, siendo este el detonante para que la niña, se movilizara para ayudarles a ellos y a otros cientos de personas.
Registro y traslado
Tal como lo indica el medio económico, Ortiz, además de anotar en una libreta los datos necesarios para completar el registro, se encargó de imprimir la documentación indispensable, registró a los adultos mayores y además logró la incorporación de tres voluntarios que contribuyeron a la labor trasladando completamente gratis en autobús y una camioneta a los adultos mayores hasta los centros de vacunación.
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Proceder
Brenda Ramírez, madre de Iveth, relató a la revista que su hija se llevó la computadora a casa de sus abuelos y cuando se dio cuenta que los vecinos tenían también dificultades para el registro, consiguió una camioneta con altavoces para avisar a las personas mayores que podía ayudarles.
Pero el apoyo de la niña de 12 años continúo. El día de la aplicación de la vacuna, le pidió a su mamá que llevara a los vecinos que no tenían los medios para llegar al lugar en su camioneta. Sin embargo, tuvieron un momento complicado cuando la gasolina se les gastó. No obstante, Iveth Camila logró solucionar ese problema.
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Visión a futuro
Iveth reveló que en el futuro anhela ser pediatra o investigadora. La ayuda que brindó a adultos mayores habría sido una señal, pues cuando empezó a registrar a los vecinos muchos le decían que tenían alguna dolencia, pensando que ella era doctora.
“Me decían doctora, es que tengo un poco de gripe. Yo sólo quería ayudarles. Mucha gente acá no tiene ni televisiones para saber que tienen que registrarse», explicó.
Su recompensa nunca tuvo intención de interés monetario alguno, en cambio, dice sentirse muy contenta y satisfecha con el mar de agradecimientos y bendiciones que ha recibido de la gente testigo de su labor, una labor llena de humanidad.