El destino de Lucía Cavero Belaúnde y Farid Makhlouf cambió para siempre en 1998, cuando el devastador fenómeno El Niño los dejó sin empleo debido al fenómeno de El Niño.
Lo que podría haber sido un obstáculo insuperable, se convirtió en el impulso que necesitaban para construir un sueño en común: su propia marca de ropa, Michélle Belau. La cual se encuentra posicionado en Asia, Latinoamérica y Europa.
Lucia Cavero Belaúnde y Farid Makhlouf
Lucía Cavero Belaúnde y Farid Makhlouf se conocieron mientras trabajaban en el negocio familiar de Farid, y no tardaron en enamorarse tanto del mundo textil como el uno del otro.
Unidos por su pasión y experiencia en marketing, decidieron crear una marca de ropa, por ello, la patentaron en 1996. Sin embargo, continuaban trabajando en el rubro textil, hasta que en 1998, el fenómeno El Niño los dejó sin empleo. Lucía, con seis meses de embarazo, junto a Farid, decidieron emprender.
Esta situación, lejos de ser un obstáculo, les recordó su marca patentada, por lo que en ese mismo año decidieron iniciar su negocio. Iniciaron con un pequeño préstamo de la madre de Lucía y veinte mechas de algodón. Así nació su primer lote de prendas, que comercializaban entre sus amigos.
Michélle Belau: El nombre detrás de la marca
Para Lucía y Farid, crear el nombre de la marca siempre tuvo una razón. «Michelle» proviene del segundo nombre de Farid y del primero de su hijo mayor. Lucía, siempre buscando un toque distintivo, decidió agregarle una tilde invertida para darle un aire afrancesado.
La elección no era casualidad pues Francia, con su tradición de estética y elegancia, representaba el espíritu que querían mostrar en sus diseños.
El apellido de la marca, «Belau», es un diminutivo del segundo apellido de Lucía, Belaúnde, de origen vasco. A pesar que este apellido tiene fuerte relacionamiento histórico y políticas en el Perú, siendo Lucía sobrina del expresidente Franciscos Belaúnde Terry, ella prefirió desvincularse de este contexto.
Los inicios no fueron fáciles, pues Lucia y Farid tenían jornadas que iban desde las 7 de la mañana hasta la medianoche, la pareja sacrificó mucho para reinvertir cada sol ganado y seguir creciendo, pues al principio no vieron ingreso neto.
Con el tiempo y con mucho esfuerzo, la pareja logró abrir su primera tienda en una casa antigua en Miraflores, un espacio modesto. Este les permitió llegar a cadenas como Casas & Cosas, y posteriormente establecerse en Ripley y Jockey Plaza.
En el negocio, Farid se encargaba de la supervisión de la producción y la administración, mientras que Lucía, diseñadora profesional con un máster en marketing, asumía el rol de directora creativa. Cada detalle las prendas reflejaban la exclusividad que ambos compartían.
Debido a que el crecimiento avanzaba, Farid y Lucia decidieron buscar los mejores insumos, por ello, viajaron a Italia, Francia y España para mantenerse al día con las tendencias y tecnologías textiles. Sin embargo el 80% de la confección se realiza en Perú.
Reconocimiento e impulso
En 2004, Michélle Belau se consolidó como una marca de lujo accesible o «smart luxury», destacándose en Ripley como una propuesta exclusiva, sin recurrir a publicidad.
Para 2008, inauguró un icónico local en Miraflores, Lima, que marcó un antes y un después en el diseño de Boutiques en Perú. Con techos altos, baldosas cuidadosamente seleccionadas, una lámpara central y un sutil aroma a vainilla. Este espacio se volvió un símbolo del lujo discreto, según el portal La Tercera.
Un año después, la marca celebró su aniversario número 13 y amplió sus fronteras al abrir su primera boutique internacional en Vitacura, Santiago de Chile. A pesar que ya contaban con algunos puntos desde hace 6 en el mismo país, esta tienda estuvo acondicionada igual que su local de Miraflores en Lima. Incluso importaron las puertas desde Perú para mantener la esencia.
Expansión internacional
En 2009, Michellé Belau participó en Perú Moda, posicionándose como un referente en el rubro de la moda local. En ese año, la tienda ya contaba con cuatro tiendas en el país, las cuales operaban en distintos puntos estratégicos para garantizar su éxito.
Ese mismo año, comenzaron las conversaciones para expandirse a nuevos mercado como Ecuador y Colombia. Sin embargo, los altos aranceles paralizaron sus planes. Pese a este desafío, la marca despertó interés en Estados Unidos y Venezuela, demostrando que el diseño peruano podía competir a nivel internacional.
En 2011, Lucia Cavero Belaunde, Directora Creativa de Michèlle Belau fue premiada como una de «Las 10 Mujeres Promesa de Latinoamérica» en el Hotel Ritz Carlton de Santiago de Chile.
Liderazgo y consolidación
Desde su fundación, Michélle Belau se destacó por su enfoque en la calidad. Con colecciones que rotaban semanalmente y un ticket promedio de entre 70 y 80 dólares en 2013, según Mundo Empresarial.
Debido al crecimiento que había tenido la marca, Lucía nunca dudó del potencial de su proyecto, incluso en una época en la que lo peruano no gozaba del prestigio actual. Sin embargo, decidió crear una marca que pasara fronteras, y por ello, la decisión de elegir un nombre que resonara a nivel internacional.
En 2014, la diseñadora llevó el talento peruano a Dubái, participando en un importante desfile junto a Carlos Vigil, diseñador peruano de vestidos de novias. Allí, dio a conocer su colección Primavera-Verano 2015, que la convirtió en la embajadora de la moda peruana. Ese mismo año, Michélle Belau se volvió en la primera firma peruana en abrir un atelier en el centro comercial Mall City Walk de Dubái, reafirmando su compromiso con la expansión internacional.
Para 2015, la marca inauguró Essential by Michélle Belau, una línea pensada para mujeres soñadoras, con una inversión de 80,000 dólares. Al siguiente año, Michélle Belau ya competía directamente con Zara y Mango, manteniendo su liderazgo en el mercado peruano. Ese año llegaron a tener 24 tiendas en Lima y provincias.
Mientras que la apuesta por la innovación continuó en 2018, con el lanzamiento de su tienda en línea en Perú, que tuvo una excelente acogida. Ese mismo año, la empresa decidió cerrar 11 corners en tiendas de gran formato para preservar su esencia, quedándose con 12 tiendas propias y un ticket promedio de 220 dólares por compra, según archivos de Fashion Network.
Michélle Belau en los últimos años
Para 2021, Lucía Belaunde seguía visitando ferias en Italia, Francia Y España buscando las mejores telas e hilos del mundo pata confeccionar las prendas en Perú. Esta dedicación al detalle y a la calidad le permitió consolidar su marca de moda como una de las más importantes de Perú.
Con el pasar de los años, esta marca ha sabido mantener su esencia mientras innovaba con estrategias que la diferencien de otras firmas locales e internacionales.
En 2023, revelaron el lanzamiento de su primer perfume, «392B Herritage», un proyecto que había sido pensado en 2013 pero que enfrentó desafíos para que pueda salir al mercado, siendo uno de ellos la pandemia.
Este perfume es un homenaje al esfuerzo y la excelencia. El nombre también guarda un significado especial, pues «392B» hace referencia al número de su primer atelier inaugurado. Mientras que «Herritage» simboliza la herencia, el aprendizaje y el camino correcto.
Respecto al impacto laboral, Michélle Belau se destaca no solo por su creatividad, sino también por su capacidad de generar empleo. Según el portal Emprendimientos Hoy, la marca cuenta con un equipo de más de 100 colaboradores en áreas como ventas, diseño y adicionales, consolidando su compromiso con el desarrollo local. Generando más de 400 empleos directos.
Para 2025, Michélle Belau continúa apostando por diferenciarse con productos de alta calidad. Pese a que algunas tiendas en Perú se limitan a producir ropa básica, esta marca ofrece colecciones únicas, por lo que siempre son confundidos con diseños extranjeros.
Con 29 años en el rubro textil, calzado y accesorios, Michélle Belau integra tanto a su marca como a su personal el ADN del smart luxury a precios accesibles. La empresa cuenta con prendas de vestir como vestidos, zapatos, casacas, pañuelos, blusas, carteras, etc. lo que la hace versátil al contar con diseños originales. Asimismo, ha llegado a Chile, Ecuador, Paraguay, Colombia, Dubái, Centroamérica y Europa.
Actualmente, cuentan con ocho atelieres en Lima, tres en provincia, tanto en Arequipa como en Trujillo y en Falabella. Pese a que no tienen proyectado abrir más tiendas, su canal electrónico de ventas siempre es el más solicitado para recepcionar envíos a todo el Perú.