Según el último informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se proyecta que la pobreza monetaria se incremente al 30% en 2020, llevando al país a los niveles de pobreza registrados hace 10 años, entre 2010 y 2011.
Esto significa que habrá 3.6 millones de personas que volverán a estar en situación de pobreza, o que caerán en ese estado, como consecuencia directa de la pandemia.
Siendo los grupos poblacionales más afectados los jóvenes menores de 30 años (53% del total), la población no escolarizada o que sólo cuenta con educación primaria (60% del total) y los trabajadores independientes (93% del total).
Asimismo, los niveles de gasto per cápita e ingreso per cápita se reducirán en proporciones similares respecto de sus valores de 2019: -11% y -12%, respectivamente.
“El país es uno de los más afectados por la pandemia. La alta tasa de informalidad de la economía es uno de los grandes amplificadores de los shocks de oferta, demanda y financieros que esta pandemia ha producido”, señala el reporte.
Se indica, que los elevados niveles de informalidad y precariedad laboral fueron uno de los factores que evitaron el cumplimiento adecuado de las medidas de aislamiento social adoptadas por el gobierno.
De igual modo, otro factor fueron los hogares con empleos informales y que no solían ser beneficiarios de programas sociales.
Ya que según señala el BID, son mucho más difíciles de rastrear a la hora de diseñar esquemas de transferencias de emergencia.
Así, las estimaciones realizadas por el banco muestran que el incremento de la pobreza será mayor en el sector informal, de un 28% a un 41%, y con respecto al sector formal la tasa aumentaría de un 5% a un 8%.
