Ignacio Novoa tiene 17 años. Él es el creador de Just Bite: unas pastillas dentífricas que reemplazan la pasta dental y que se pueden conseguir desde 15 soles.
Pasta de campeón
Él se encontraba en la secundaria cuando se enteró del impacto medio ambiental de las pastas dentales. Durante un debate bajo el formato de las Naciones Unidas, cada vez más popular en colegios y universidades, se discutió la contaminación generada por el plástico en los productos de cuidado personal, siendo los contenedores tubulares un agente significativo de la problemática.
Siguiendo su sentido ecológico, Ignacio decidió buscar alternativas, pero el mercado de pasta de dientes ecoamigables no satisfizo sus expectativas. “Compre uno y no me gustó”, recuerda. Esto lo llevó a crear su propia fórmula casera, que solo usaban él y su familia.
Como suele ocurrir, la creación de Ignacio se hizo conocida entre sus amistades. “Yo al principio no planeaba lanzar mi línea de dentífricos”, rememora. El apoyo de sus conocidos lo impulsó a llevar su producto al programa Innóvate Perú, de donde salió elegido para un cofinanciamiento.
Después de dos años desarrollando el producto, con el soporte de la incubadora de la Universidad Pacífico, Just Bite vio la luz. Todavía no cumple su aniversario y ya se encuentra en alrededor de cuarenta puntos de venta en todo el Perú. “Estamos en Piura, Chiclayo, Trujillo, Madre de Dios, Cusco… Varios hoteles y tiendas se lo han llevado a Cusco”, señala Ignacio.
Just Bite es 100 % natural. Los ingredientes del producto son aprobados y recomendados por odontólogos. Además, no contiene ningún componente artificial. Y viene en dos sabores: menta y carbón activado.
Dientes apretados
Para lograr que el producto tenga todas las especificaciones, Ignacio tuvo que trabajar bastante más porque todavía era un escolar. “Al principio me chocaba más pero ya estoy acostumbrado a que la gente no me tome en serio”, acepta Ignacio. La edad no detuvo su deseo de emprender y crear, por más que los proveedores que necesitaba no consideraban las características que él requería para la producción.
“Me miraban con cara de chibolo y ahí quedaba todo”, admite Ignacio. En esos casos, su padre fungía como representante de la empresa y, al día siguiente, obtenía el producto que quería.
A comienzos de año, Ignacio comenzó la universidad. Está cursando medicina, una carrera que suele tomar bastante tiempo de los estudiantes. A sabiendas de eso, él ya está ideando un equipo de trabajo para Just Bite. Al mismo tiempo, tiene planeado sacar, de acá a unos meses, su presentación con flúor.
Ignacio desea que su producto siga consolidándose en el mercado ecoamigable. Aunque, no olvida que toda esta experiencia fue una respuesta a la contaminación humana. “No queremos que haya plástico en la experiencia del cepillado de dientes”, desea Ignacio.
Puedes encontrar a Just Bite en: https://www.justbiteperu.com/
En Instagram: https://www.instagram.com/justbiteperu/?hl=es