¿Vivir en un pueblo idílico en el sur de Italia y que te paguen por hacerlo? Esto puede dejar de ser un anhelo y convertirse en una realidad próxima.
Calabria, una región soleada, con montañas escarpadas, pueblos antiguos y una costa espectacular, planea ofrecer hasta 34.000 dólares durante un máximo de tres años a las personas que deseen trasladarse a pueblos tranquilos con pocos habitantes.
La iniciativa tiende a rejuvenecer estos pueblos y frenar la disminución de la población.
Para acceder a este beneficio, los nuevos residentes deben comprometerse a poner en marcha una pequeña empresa, ya sea desde cero o aceptando ofertas preexistentes.
Los requisitos casi no existen: los solicitantes no deben tener más de 40 años y deben estar listos para trasladarse a Calabria dentro de los 90 días posteriores a ser aprobada su solicitud.
Gianluca Gallo, un consejero regional, en diálogo con CNN, sostuvo que los ingresos mensuales podrían estar en el rango de 1.000 a 1.200 dólares durante dos o tres años.
No solo eso, podrían lograr una financiación (única) para el lanzamiento de una nueva actividad comercial, ya sea un B & B, un restaurante, un bar, una granja rural o una tienda.
«Estamos perfeccionando los detalles técnicos, el monto mensual exacto y la duración de los fondos, y si incluiremos también pueblos un poco más grandes con hasta 3.000 residentes», mencionó.
Nueva vida
Apodado «ingresos de residencia activa», el proyecto tiene como objetivo impulsar a Calabria. Se espera que el proyecto y el proceso de solicitud se lance en línea en las próximas semanas. La región lleva meses trabajando en ello y ya ha destinado más de U$S 850.000 al proyecto.
Unas 320 ciudades de Calabria tienen actualmente menos de 5.000 residentes, lo que genera temores de que algunas comunidades puedan morir por completo en unos pocos años a menos que se produzca la regeneración.
Ciudades del proyecto
Civita. Se encuentra en un acantilado rocoso en el parque nacional Pollino. Los lugareños hablan un dialecto eslavo de sonido extraño llamado Arbereshe. La comunidad fue fundada en el 1400 por albaneses que huían del imperio turco. Tiene 1.000 habitantes
Samo y Precacore. Fue abandonado después de los terremotos y Samo fue fundada por los antiguos griegos que buscaban refugio en las colinas pero no demasiado lejos de la costa, convirtiendo el pueblo en su «puerto».
Aieta. Fundado sobre las cenizas de un asentamiento griego, el pueblo se encuentra cerca de las acogedoras playas de Maratea y Praia a Mare. Hay palacios renacentistas. Águilas y lobos habitan en los bosques.
Bova. Las leyendas dicen que una reina armenia construyó este pueblo en una colina donde pastaban las vacas, de ahí el nombre que hace referencia al término «ganado» en italiano (bue).
Caccuri. Los olivares salpican las colinas y producen un aceite de oliva virgen extra de primera calidad.
Albidona. Ubicada a una altitud de 850 metros está cerca de la frontera con Basilicata y Puglia .La leyenda dice que fue fundada por un vidente ciego que huía de la quema de Troya.
Sant’Agata del Bianco. Se remonta a la época griega y bizantina. Las atracciones divertidas incluyen el museo del vino y el museo de las «cosas perdidas» pertenecientes al mundo rural.
Santa Severina. Este pueblo se levanta sobre un acantilado de toba volcánica con vistas al río Neto. Es conocida por sus naranjas. Los aldeanos son apodados Aranciaru, que significa «comedores de naranjas» en el dialecto local.
San Donato di Ninea. Se considera una de las principales reservas de vida silvestre de Europa. Es tan remoto y escondido en las colinas que casi nadie fuera de Calabria sabía que existía hasta la década de 1970.
¿Cómo inscribirse?
Deberás ingresar al sitio web de la región para conocer las noticias del proyecto; en los próximos días se lanzará la apertura para las solicitudes: Regione Calabria