Pese a la fuerte contracción de la economía peruana, debido al COVID-19, los indicadores de sostenibilidad financiera se muestran estables, según lo señala el Instituto Nacional de Economía (IPE).
El riesgo-país se mantiene entre los más bajos de la región y las calificaciones de deuda soberana del Perú solo están detrás de Chile.
Jorge Mogrovejo, superintendente adjunto de Banca y Microfinanza de la SBS, indicó en un webinar organizado por el IPE, que antes de la pandemia los créditos directos venían creciendo de manera sostenida.
“Había 2.5 mil millones de soles de provisiones adicionales a la regulatorias, punto importante porque las provisiones nos dicen cuánto tiene un banco, para poder cubrir futuros problemas, en su cartera”, señaló.
Además, señaló que el Perú tenía 20 mil millones de soles de capital adicional a febrero del 2020 para afrontar potenciales contingencias.
Cabe señalar que el ratio que fija la ley es de 10%, frente a un 8% que es el estándar internacional del comité de Basilea y al 11.7% que pide la Superintendencia, mientras que el sistema financiero peruano tenía 14.3%.
Rápida reacción
Por su parte, Martín Naranjo, presidente de la Asociación de Bancos del Perú (Asbanc), comentó que hubo una rápida capacidad de reacción del sistema ante la pandemia.
Programas como Reactiva Perú, FAE Mype, las posibilidades de reprogramar créditos y trabajar las provisiones, fueron muestras claras de la respuesta de política aplicada por el sector ante la crisis sanitaria.
De igual forma, Claudia Cooper, presidenta del directorio de la Bolsa de Valores de Lima (BVL), aseveró que uno de los mayores retos que tiene el sistema y el Perú es combatir la informalidad.
“Se nos han presentados nuevos retos: cómo hacemos para poder sobrevivir a una sostenibilidad y cómo hacemos para incrementar la productividad”, señaló durante el webinar.
Además, Cooper afirmó que la solidez del sistema financiero será una de las fortalezas del Perú para lograr su crecimiento económico.
“El crecimiento que ha tenido el Perú en los últimos 25 años no es casualidad. Es el compromiso del Estado peruano por una institucionalidad económica basada en la apertura comercial, la inversión privada y la estabilidad del sistema financiero”, finalizó.