El Congreso aprobó incrementar el Impuesto de Promoción Municipal (IPM) de 2% a 4% entre 2026 y 2029. Esto sumará S/8 mil millones anuales al Foncomún. La medida compromete 0.7% del PBI en ingresos, según el BCR.
Por ello, según el Instituto Peruano de Economía (IPE), la deuda pública podría alcanzar 34% del PBI en diez años. Este nivel no se veía desde 2006, salvo la pandemia.
Restricciones en la ejecución municipal
Según el MEF, más de la mitad de municipalidades ejecutaron menos del 70% del Foncomún en los últimos cinco años. Además, casi la mitad del presupuesto de ese fondo se destinó al pago de remuneraciones, no a inversión. Solo el 22% del presupuesto fue para proyectos públicos.
Proyectos con impacto limitado
En 2025, nueve de cada diez proyectos del Foncomún son menores a S/1 millón. En regiones como Ica, Moquegua y Tacna, todos los proyectos ejecutados con Foncomún estuvieron por debajo de ese umbral.
Estas obras tienen bajo impacto en brechas de infraestructura, según informó el Instituto Peruano de Economía (IPE).
Debilidades institucionales en municipalidades
En 2022, el 62% de denuncias de corrupción admitidas fueron contra gobiernos locales. Esto evidencia problemas de gobernanza que pone en riesgo la eficiencia de los gobiernos locales, según la Contraloría.
El Consejo Fiscal ha señalado, además, que aumentar las transferencias, sin fortalecer al mismo tiempo los mecanismos de planificación, ejecución y control del gasto, solo generará mayores niveles de ineficiencia.
Reforma fiscal elevaría deuda pública a 34% en una década
El BCR ha advertido que, ante la rigidez del gasto y menor recaudación, reducir ingresos fiscales limita la inversión pública y los servicios esenciales del Estado. La reciente medida podría recortar hasta 0.7% del PBI anual, lo que debilitaría aún más la capacidad del Gobierno Central para financiar sus obligaciones.
Según el IPE, mantener el gasto actual implicaría elevar la deuda pública al 34% del PBI en diez años, superando en cinco puntos la proyección del MEF. Sería el nivel de endeudamiento más alto desde 2006, sin considerar el contexto excepcional de la pandemia, cuando la deuda también alcanzó ese mismo porcentaje.