Oceana está en alerta. En nuestro país ocurre un gran problema de sustitución de especies marinas, que ocurre en nuestro día a día y no nos damos cuenta. En Piura, por ejemplo, el 61% de pescados son vendidos bajo otra denominación.
«Un peruano consume 17 kg de pescado al año, es un número bastante alto si es que lo comparamos con otros países. Podemos sacarlo con las cantidades de ceviche y tiraditos que comemos en un año», afirma Joanna Alfaro, fundadora de Pro Delphinus.
Esta sustitución de especies se puede explicar con el ejemplo anterior: cuando vamos a un restaurante y pedimos ceviche de mero, pero nos sirven otro pescado y la mayoría no se da cuenta que le venden «gato por liebre».
Que te sirvan un pescado que no es el que pides lo convierte en un fraude, pero nadie se ha preguntado por qué pasa eso.
¿Por qué se da esta sustitución?
En primer lugar, el Perú cuenta con más de mil especies de peces, por lo tanto, ocurren problemas como los siguientes:
- Se venden varias especies bajo un mismo nombre común.
- Se reemplazan pescados de alta demanda con otro más baratos.
- En cada región del país tienen diferentes dominaciones a los pescados.
- Venta de especies desconocidas.
Además, este último punto es esencial, ya que el peruano tienen poco conocimiento de las especies marítimas.
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¿Cómo afecta a nuestro bolsillo?
Sin duda alguna esta sustitución de especies afecta directamente nuestro bolsillo. Pues terminando pagando más de lo que nos ofrecen.
«Nos ofrecen un platillo de mero a 100 soles, pero en realidad, no están dando perico y cuando comparamos los precios hay una diferencia de 50 a 80 soles, lo que afecta nuestro bolsillo gravemente», agregó Alfaro.
También influye en la sobreexplotación de algunas especies. Sin saberlo podemos estar comprando especies marinas que están amenazadas.
Por último, afecta nuestro salud comer pescados extraños porque pueden causar alergias graves a algunas personas.