Durante una entrevista en el programa «Lo que la gente comenta», de Infomercado y Walac Noticias, Jorge Solís, presidente de la Federación Peruana de Cajas Municipales, comentó que existe una salida para una mejor atención de los créditos agrarios.
Solís comentó la nueva ley aprobada por el Congreso, el pasado viernes 3 de marzo, sobre la posibilidad de que las cajas municipales entreguen tarjetas de crédito y débito.
Durante el dialogo, surgió la preocupación sobre si todas las cajas podrían cumplir con la demanda actual de créditos, incluyendo los créditos agrarios.
El fracaso del modelo económico agrario
Jorge Solís señala que hay más de 2 millones de productores de la economía agraria familiar con alrededor de 5 hectáreas de terrenos cultivables.
Estos pequeños productores son los que abastecen el 80% de los productos agrarios de consumo diario.
En ese sentido, Solís consideró que es preocupante que este sector se encuentre totalmente abandonado por un banco agrario que no tiene la tecnología, ni la dimensión para atenderlos.
Por ello, consideró necesario que esta entidad se convierta una banca de segundo piso, un fondo que apalanque los créditos para este sector.
¿Qué es un banco de segundo piso?
Los bancos de segundo piso son entidades financieras que no cuentan con oficinas directas para la atención del público y que canalizan recursos económicos a través de entidades financieras de primer piso (bancos, cooperativas, fondos, etc.).
En opinión de Solís, es urgente la transformación del Banco Agrario a un fondo que acompañe a las cajas y promueva políticas que fortalezcan la penetración de dinero para mejorar la inclusión financiera.
«Así se llegará a una mayor cantidad de productores y fortalecerá el rol de las CMAC en el mercado financiero«, afirmó.
Viviendas
El presidente de las Federación Peruana de Cajas Municipales resaltó el trabajo del Fondo Mi Vivivenda y su función en el sector, que a pesar de sus fallas de gestión, ha demostrado ser un modelo exitoso.
Solís afirmó que este Fondo funciona como una banca de segundo piso pues apalanca a entidades que tienen mayor cobertura, dejando de lado a sistemas obsoletos como el Banco Hipotecario, una experiencia de fracaso estrepitoso para el Perú.