Debido al tiempo que llevamos trabajando en Piura, nos hemos ido percatando de los gustos y preferencias de los piuranos con respecto al diseño y construcción de su futura vivienda.
El piurano(a) prefiere invertir en comprar un lote que adquirir un departamento. Muchos de ellos, con la ayuda de sus padres, pueden comprar su primer terreno.
¿Esto a qué se debe? En Piura, el valor del suelo aún es bastante bajo, considerando que el valor se encuentra entre los $200, $350 o $500 por m2, en promedio, según la zona.
Este valor es posible porque aún hay extensas cantidades de tierra. En la medida que el suelo se vaya poblando, el valor de los terrenos se incrementará.
En esta coyuntura, cada familia piurana pasa por etapas diferentes en la consolidación de tener su casa propia.
En el presente artículo queremos proponer un modelo de ciclo de vida de las familias de esta ciudad.
En el ciclo 1, están los solteros(as). Hay una estadística que asegura que las mujeres solteras, en mayor porcentaje, invierten en un departamento.
Al varón no le interesa mucho esta opción. ¿Por qué se genera esto?
Probablemente porque la mujer se proyecta más, quiere estar con el ‘nido preparado’ para cuando llegue el momento de consolidar su propia familia.
En Piura no es muy común pero, en general, en esta etapa ‘la familia’ requiere un departamento con uno o dos dormitorios y con un área techada de entre 50 a 60 m2.
Luego continua el ciclo 2: los recién casados. Ellos requieren un departamento o un módulo, tal como sucede en zonas de expansión urbana como Santa Margarita y Los Portales.
En estas zonas podemos encontrar lotes de entre 60 a 90 m2.
Es una etapa en que las familias viven con poca liquidez porque están pagando el inmueble adquirido.
Los recién casados proyectan su casa con 2 a 3 dormitorios y con un área techada de entre 65 a 90 m2; incluso, hasta 120 m2.
En el ciclo 3 encontramos a los recién casados con bebés.
Es probable que en esta etapa la familia aún se encuentre viviendo en un departamento o modulo pequeño de 3 dormitorios.
La vivienda cumple la principal función de “cobijar” a los recién nacidos. El espacio aún no se siente pequeño.
Pasada esta etapa llega el ciclo 4 de las familias.
Este momento se presenta cuando los matrimonios tienen hijos menores estudiando en colegios de primaria o primeros años de secundaria.
Es una etapa en que las mamás sienten que ‘no cabe ni un alfiler en la casa’, se sienten asfixiadas, sus hijos comen y estudian en el comedor.
Es el momento donde las familias desean una casa más grande, para ello, es clave diseñarla pensando en el cambio que se va a percibir en la mudanza cercana.
Actualmente en Piura existen muchos proyectos de lotización en venta y vendidos, con lo cual aún existen más facilidades para tener acceso a comprar un lote para la construcción de la casa soñada.
En el ciclo 5 encontramos los matrimonios con hijos mayores, es decir, sus hijos están terminando la educación secundaria o ya están en la universidad.
En esta etapa, la casa se ha consolidado con espacios para cada integrante de la familia y al mismo tiempo los padres proyectan que próximamente la casa les va a quedar muy grande porque pronto los hijos ‘se irán del nido’.
Y los ciclos se van cerrando. En el ciclo 6, encontramos los matrimonios con hijos independientes, es decir, que ya trabajan pero aún viven en casa de los padres.
Es la etapa donde la casa ya se percibe grande para los pocos que habitan en ella, ya que algunos trabajan fuera de la ciudad.
Finalmente, está el ciclo 7, la etapa del ‘nido vacío’, donde los papás viven solos y son abuelos. Y todo comienza como empezaron: la pareja sola. Aquí valoran el espacio grande porque quieren recibir a los nietos.
En esta última etapa se hace obligado que el dormitorio principal se encuentre en el primer piso porque son personas entre 65 años en promedio.
A mis clientes con lotes a partir de 140 – 200 m2 les recomiendo, desde que se proyecta la casa en planos, prever en el primer nivel un ambiente que inicialmente pueda servir como estudio, pero que en su momento funcione como el dormitorio principal.
Incluso, hasta la lavandería se recomienda en el primer nivel porque realizar esa actividad en pisos superiores ya no resulta atractivo en esta etapa.
En conclusión, cada etapa del ciclo de vida familiar está marcada por necesidades y prioridades diferentes.
La construcción de la casa propia está condicionada por dichas particularidades y es importante analizar todos estos detalles al momento de diseñarlas y construirlas, pues estamos hablando de la inversión más importante de las familias.