Luego de la recesión económica registrada en 2023, que tuvo un serio impacto en el empleo de miles de peruanos, las expectativas laborales para 2024 parecen ser menos pesimistas.
Si bien no hay todavía una recuperación respecto a la situación anterior a la pandemia, la tasa de desempleo va disminuyendo ligeramente. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), solo en Lima, un 7.2% de la población estuvo desempleada entre noviembre y diciembre de 2023 y enero de 2024.
Esto equivale a unas 409,700 personas y es menor a lo reportado en el mismo trimestre del año anterior (7%), aunque sigue siendo mayor que lo reportado hasta 2020.
Para el abogado Brian Ávalos, especialista en derecho laboral, 2024 se muestra como un año en el que hay buenas condiciones para aumentar la tasa de empleabilidad, pero hay un problema: el panorama político.
“Tenemos un panorama económico positivo, la inflación está controlada, estamos dentro del rango meta, y hay bajo riesgo de fenómenos ambientales. El problema es que no está muy claro qué va a pasar a nivel político, por el conflicto con el gobierno y el Congreso. Eso es lo que está generando incertidumbre”, consideró Ávalos, socio del estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez.
Según explicó, el Banco Central de Reserva (BCR) proyectó un crecimiento de 3% para este año, mientras que el rango meta de inflación no supera el 3%. Con este panorama, se prevé que al menos 146 mil trabajadores consigan empleo este año. Pero eso es poco, porque no representa ni la mitad de los jóvenes que forman parte de la PEA.
“Si vamos a crecer económicamente, deberíamos tener más puestos de empleo, [pero] estos todavía no son suficientes. Y cuando le preguntan al empresario si va a contratar, solamente el 32% dice que va a mantener igual número de puestos, mientras que el 48% dice que va a reducir”, sostuvo Brian Ávalos con base en estudios propios.
Otro factor a tener en cuenta, que se deriva del panorama político, es la inseguridad ciudadana, que dificulta el acceso a empleo y condiciona la situación de formalidad de miles de trabajadores. “Todos los economistas coinciden que podemos estar bien, pero el gran problema es el conflicto social, que se deriva del conflicto político”, agregó en diálogo con Infomercado.
En tal sentido, recomendó a los empleadores y trabajadores aprovechar beneficios como la Ley del Empresario Joven, vigente desde el 1 de enero pasado, y mediante la cual se puede aplicar una deducción adicional equivalente al 50 % de la remuneración básica que se pague al nuevo trabajador, el cual deberá tener entre 18 y 29 años, entre otros requisitos.
Evolución de las remuneraciones
Los salarios en el Perú son un aspecto a tomar en cuenta dentro de este análisis sobre las expectativas laborales.
De acuerdo con un análisis de Comex Perú, en el 2023, el salario promedio mensual a nivel nacional fue de S/ 1,674 (+9.9% respecto a 2022). Esto significó S/ 150 adicionales en relación con el año previo.
Si desagregamos el análisis tenemos que, el año pasado, el salario promedio en el sector formal fue S/ 2,903 (+9.1% respecto al 2022), destacando la contribución del sector otros servicios, comercio y manufactura, que en conjunto generaron el 66.5% del empleo formal.
En el sector informal, el promedio salarial fue de S/ 1,099 (+3.7%) destacando la contribución del sector agropecuario, comercio y otros servicios, que en conjunto generaron el 62.8% del empleo informal.
Siguiendo el mismo informe del gremio empresarial, analizando la evolución salarial por regiones, Huánuco fue el departamento con mayor crecimiento en el salario promedio (S/ 1,399; +22.5%). Destacó el desempeño en el sector alojamiento y restaurantes (S/ 1,282; +38.3%).
Cajamarca fue el segundo departamento con mayor crecimiento en salario promedio (S/ 1,149; +16.3%). Destacó el desempeño en el sector alojamiento y restaurantes (S/ 1,376; +41.3%).
Los peores desempeños salarios, durante el 2023, los tuvieron las regiones de Madre de Dios y Ucayali.
Madre de Dios tuvo la mayor reducción en el salario promedio (S/ 1,784; -2%). El sector más afectado fue alojamiento y restaurantes (S/ 1,413; -13.5%). Ucayali reportó el segundo peor desempeño (S/ 1,449; -0.9%). El sector más afectado fue transporte y comunicaciones (S/ 1,024; -12.4%).