Hace 30 años, Juan Jiménez Vigil cambió sus herramientas de albañil por los ingredientes de cocina que emplea en su cafetín El Popular.
Algunos de sus platos bandera y los más pedidos entre sus clientes son el chancho aliñado con mote y majado de plátano y el sandwich de chicharrón. Además ofrecen el típico café de Canchaque, jugo de manzana y chicha morada.
Jiménez, con sus 70 años, indica que el rasgo que diferencia a El Popular de otros negocios es que los platos que sirven son tradicionales en la región, lo que hace que la gente los prefiera.
«Las personas vienen porque nosotros servimos algo típico y eso llama a la tradición. También tenemos una sazón que es única porque preparamos todo en familia», señala Jiménez.
De ambulante a dueño de un local
A inicios de 1984, Juan se encontraba haciendo unos trabajos en el mercado modelo de Piura, cuando unos comerciantes le sugirieron entrar en el sector de la gastronomía.
El 05 de mayo de ese año decidió hacerle caso a esos comentarios y estableció su carro ambulante en una esquina del mercado.
Después de unos meses, se volvió un lugar muy concurrido, por lo que alquiló un puesto dentro del establecimiento. Ahí se mantuvo 25 años.
En el 2014 mudó su negocio al Jirón San Martín 856. Para esto, Jiménez recuerda que tuvo que repartir volantes en distintas partes de la ciudad para no perder a sus clientes antiguos y captar nuevos.
Actualmente El Popular cuenta con tres trabajadores y recibe un promedio de 20 clientes diarios. Jiménez asegura que es un negocio rentable y que le ha permitido vivir tranquilo todo este tiempo.
«Con este negocio he podido pagar el estudio de mis cuatro hijos, apoyar en lo que falte de la casa y afortunadamente he podido vivir tranquilo».
Sin expansión a la vista
Al preguntarle a Juan sobre sus planes de expandir el cafetín, dijo que no lo veía en el mediano plazo, pues encontró que el alquiler de los locales por el centro eran muy elevados, lo que reduciría su rentabilidad.
Finalmente, recomendó a las personas que quieren empezar un negocio ser entusiastas, no tener miedo, confiar en Dios y trabajar para uno mismo.