Estado Unidos no quiere seguir dependiendo de las importaciones. El gigante de América construirá su propia mina de litio que ayudará a ya no depender de la fuentes extranjeras de este material.
El litio es un elemento esencial para la fabricación de baterías recargables. Por ello, el interés de la industria viene dado por el uso de estas baterías en automóviles eléctricos y sistemas de almacenamiento energético.
En primer lugar, la mina estará ubicada en la cima de un volcán inactivo en el norte de Nevada. Además, la compañía encargada de este proyecto está llevando a cabo una construcción similar en Argentina.
Asimismo, esta iniciativa deriva de la necesidad de Estados Unidos de encontrar rápidamente nuevos suministros de litio a medida que los fabricantes de automóviles aumentan la producción de vehículos eléctricos.
Según datos de The New York Times, empresas como Tesla, Volkswagen o General Motors, entre otras compañías, pretenden introducir en el mercado docenas de modelos eléctricos.
En este sentido, a pesar de que EEUU cuenta con algunas de las reservas de litio más grandes del planeta, solo produce cinco mil toneladas al año, que supone menos del 2% del suministro anual mundial.
Algunos lobbys en contra
Este proyecto ha generado las protestas de miembros de una tribu nativa americana, de ganaderos y de grupos ambientalistas.
Se espera que usen miles de millones de litros de agua subterránea, lo que podría derivar en la contaminación de parte de ella durante 300 años y la producción de grandes cantidades de deshechos.
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Según expertos estadounidenses, este coste ambiental se viene pasando por alto debido a la carrera industrial entre EEUU, China, Europa y otras potencias importantes.