Economía peruana. El Instituto Peruano de Economía (IPE), publicó una nueva edición de «Termómetro económico», en el cual reporta las principales cifras de acuerdo al monitoreo de la actividad económica para mostrar la evolución de la economía peruana.
En primer lugar, el reporte indica que la inversión pública creció solo 2.4% en mayo, esta cifra pudo haber sido mayor de no haberse presentado una fuerte caída de 23% en la Inversión del Gobierno Nacional.
Por su parte, la producción minera-metálica continuó deteriorándose, ya que en el mes de abril (hasta donde se tiene información) disminuyó su actividad en 4.7% de manera interanual debido a la paralización de las operaciones por los conflictos sociales.
Por otro lado, el despacho local de cemento aumentó en 12.7% de forma interanual en el mes de abril debido básicamente a un efecto bajo de comparación.
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Asimismo, el volumen de las exportaciones no tradicionales continuaron con su buen ritmo a la alza, registrando un incremento de alrededor del 20% en abril, mientras que el volumen de importaciones de bienes de capital (no incluyendo materiales de construcción ni celulares), volvieron a caer en 6.8% dada la menor compra de maquinaria destinada a la minería.
En lo que respecta a la expectativas de crecimiento y empresariales, estas continuaron deteriorándose pues en mayo el índice de expectativas de la economía a 3 y 12 meses fue de 36 y 42, respectivamente, acumulando de esta manera 14 meses en el tramo pesimista (índice menor a 50), esto podría frenar aún más la inversión privada.
La generación de electricidad siguió su senda de desaceleración pues solo creció 2.6% de manera interanual en mayo, luego de haber alcanzado un pico de crecimiento en febrero.
Es preciso señalar que la recuperación del empleo continúa estancada, ya que entre febrero y abril del presente año, el empleo adecuado en Lima Metropolitana se situó 11.7% por debajo del nivel prepandemia, con lo que aún falta recuperar más de 360 mil puestos de trabajo adecuados solo en la capital.
Finalmente, estas cifras hasta donde se tiene información, sugieren que existen riesgos que acechan la actividad económica sobre todo en los sectores de minería, inversión privada y mercado laboral.