Según la última encuesta de expectativas empresariales realizada por el Banco Central de Reserva (BCR), el 71% de las compañías prevé reducir o mantener sus inversiones en el 2023 respecto al 2022. Y sólo el 28% ampliará su inversión, evidenciando que el plan de reactivación económica en el Perú presenta algunas debilidades.
Esta visión pesimista responde a un proceso de desaceleración económica del país; consecuencia de la crisis política arrastrada desde 2021, los conflictos sociales y las fenómenos climáticos del primer trimestre del 2023.
Otros factores que afectan la economía del país es la fragilidad del gobierno y sus opacos planes de reactivación económica como Impulso o Con Punche Perú.
Los sectores más afectados
Los sectores más afectados por la desaceleración económica son la Minería y la Construcción. El 50% de las mineras piensa en reducir su inversión, una respuesta preocupante considerando que esta actividad es un motor importante para el crecimiento del PBI.
En ese sentido, la inversión minera tendría una tasa de crecimiento de -20% en el 2023, según Macroconsult. Esta baja de confianza afecta otros sectores, como el no minero que, según el BCR, también presenta una caída de -16.7%.
¿Cómo enfrentar la desconfianza?
Para el economista Carlos Parodi, el Gobierno de Dina debe explicar sus planes para el 2024 y 2025, y qué planea hacer con la crisis actual. Con de el fin de cambiar las expectativas empresariales y a mejorar la inversión en el país.
Los analistas también destacan la importancia de mejorar la confianza empresarial para poder aprovechar las buenas perspectivas sobre el precio del cobre y su relación con la inversión en la Minería y en otros sectores.