Con la llegada de la pandemia, las dark kitchens surgieron como un nuevo concepto de comida rápida, no obstante, con el retorno gradual a la normalidad, el panorama en cuanto al manejo, es más claro para este tipo de negocio.
De los cinco grandes actores que comenzaron el año: Cocinas Ocultas, Muncher, Coco, Combate y Wicuk, por lo pronto, dos ya salieron del mercado.
De esta forma, a menos de dos meses de culminar el año, a pesar de tener menos agentes en el mercado, el sector mantiene su proyección de crecimiento.
De acuerdo a Luis Sánchez, consultor senior de JLL, el cierre de operaciones de Coco y Combate no ha menguado el interés que despierta el rubro.
Al respecto señaló que la demanda existe, todo dependerá de como armen sus estrategias con las compañías de delivery, pequeños empresarios y clientes corporativos.
Nuevos límites
Según Diego Romero, director de Wicuk, las dark kitchens representan una de las vertientes más importantes de la compañía, pero no es la única. Sostiene que también tienen la línea de laboratorio, donde realizan asesorías para diferentes empresas.
Romero señaló además que Wicuk proyecta facturar US$ 1.5 millones, al cierre del presente año y aumentar las cuatro cocinas «ocultas» que tiene actualmente.
Por otro lado, Gonzalo Muñoz, director de Proyectos de Muncher, dark kitchen que también se centro en el desarrollo de marcas propias, manifestó que el principal motivo para pasarse a una dark kitchen es aumentar tu capacidad de delivery sin la necesidad de montar un restaurante.
Finalmente, Muñoz señaló que la tendencia será separar el canal de delivery del regular porque cada uno será capaz de mantenerse por sí mismo.