Las celebridades poseen un valor simbólico y económico que se extiende más allá de la muerte a través de la tecnología y de los productos que dejan como fotografías, películas, firmas y grabaciones de su voz y además de contar con la gran lista de fans pues aunque su ídolo muera, ellos siempre lo mantendrán vivo.
La publicación de la revista Forbes de su Lista de Ricos Muertos (celebridades muertas con mayores ingresos) desde 2001 revela la forma en que la desigualdad de género va más allá de la tumba.
De los 52 famosos que han aparecido en el ranking en casi dos décadas, solo cinco han sido mujeres. Sus ganancias después de la muerte son increíblemente altas en comparación con las de las mujeres.