Mucha gente me pregunta cuáles son las ventajas y desventajas de tener una cocina abierta o cerrada.
En Piura nos ha sorprendido la aceptación que tiene la cocina abierta, la cual está más asociada con un concepto moderno y en tendencia en otros países.
Algunas veces las personas quieren tener una cocina abierta, pero desean al mismo tiempo que no las vean cocinando por considerarlo una actividad “más privada”. Este sería el perfil de un usuario más conservador y tradicional.
Converso con mi equipo de diseño y llegamos a la conclusión que la elección de la cocina responde al estilo de vida de los dueños de la vivienda.
Si te gustan las “visitas”, te conviene una cocina abierta porque mientras preparas la comida o los tragos, puedes tener a tus amigos o familia sentados en banquetas del otro lado en una ‘isla’.
Asimismo, una cocina abierta se puede adaptar a todas las etapas por las que pasan las familias.
Por ejemplo, para una pareja de recién casados que viven en una casa o departamento –normalmente pequeño-, lo ideal es una cocina abierta para que el espacio se sienta más amplio.
Esta misma pareja tiene su primer hijo y mientras la mamá atiende en la sala al bebé, el papá puede estar en la cocina, pero en todo momento comparten el mismo espacio.
Ese hijo crece, aprende a caminar y los papás desean tener dominio visual. En esta etapa la mamá pasa más tiempo en la cocina y quiere tener control visual sobre lo que hace el pequeño.
Luego pueden tener un segundo hijo. El primero caminará y el recién nacido estará en la cuna.
Con una cocina abierta, la mamá puede tener control en todo momento. Cuando los hijos están grandes, la cocina permite integrar mejor las actividades.
Otras situaciones también se presentan. Tenemos clientes que nos dicen: “solo viviremos nosotros y nuestro hijo”. Pero esa pareja está en una etapa ‘avanzada’, pronto se quedarán solos y una cocina abierta integra mejor el espacio para que las personas se sientan más cerca.
Entonces, ¿las cocinas cerradas son malas? Reitero: todo se ajusta al estilo de vida.
Cuando hemos analizado los proyectos que hemos desarrollado y las características de nuestros clientes, hemos notado que el 98% de las familias con terrenos con más de 400 m2, prefieren contar con una cocina cerrada.
Evidentemente la cocina será más amplia, de igual forma con una “isla” y seguramente tendrán un comedor de diario y con salida hacia la terraza, el jardín y la piscina y las reuniones probablemente se den alrededor de estos espacios.
Al final, el tipo de cocina se relaciona más con el estilo de vida que con el tamaño de la casa.
Luego pueden tener un segundo hijo. El primero caminará y el recién nacido estará en la cuna.
Con una cocina abierta, la mamá puede tener control en todo momento. Cuando los hijos están grandes, la cocina permite integrar mejor las actividades.
Otras situaciones también se presentan. Tenemos clientes que nos dicen: “solo viviremos nosotros y nuestro hijo”. Pero esa pareja está en una etapa ‘avanzada’, pronto se quedarán solos y una cocina abierta integra mejor el espacio para que las personas se sientan más cerca.
Entonces, ¿las cocinas cerradas son malas? Reitero: todo se ajusta al estilo de vida.
Cuando hemos analizado los proyectos que hemos desarrollado y las características de nuestros clientes, hemos notado que el 98% de las familias con terrenos con más de 400 m2, prefieren contar con una cocina cerrada.
Evidentemente la cocina será más amplia, de igual forma con una “isla” y seguramente tendrán un comedor de diario y con salida hacia la terraza, el jardín y la piscina y las reuniones probablemente se den alrededor de estos espacios.
Al final, el tipo de cocina se relaciona más con el estilo de vida que con el tamaño de la casa.