En los últimos días, el Ministro de Economía, Kurt Burneo, presentó el plan “Impulso Perú” que busca elevar el crecimiento económico a 4.3% en el 2023. De acuerdo con el titular del MEF, el plan cuenta con 36 medidas y su costo de financiamiento es de S/3,000 millones.
Conversamos con Carlos Parodi, profesor principal del Departamento Académico de Economía y de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico. El experto se muestra muy cauto y poco optimista con respecto a los impactos que tendrá el plan presentado por el titular del MEF.
¿Cuáles son sus impresiones del plan Impulso Perú, lanzado por el ministro Kurt Burneo?
Es un plan basado en el impulso estatal para mover la economía. Más allá que sea positivo o negativo, debemos evaluarlo de la siguiente manera. Primero, en el Perú, la inversión total es 80% privada y lo restante es pública. Luego, en el 2021 solo se ejecutó, en promedio, un 45% del presupuesto público. Entonces, si el plan se basa en mayor inversión pública para el crecimiento, resulta poco creíble. Ojo: no está mal la inversión pública, pero si de cada 10 soles de inversión, solo dos es pública, entonces no se moverá la ajuga del crecimiento. Además, algo que no queda claro en el plan es cómo los gobiernos subnacionales usarán el dinero en un año electoral. Y, el siguiente año a la elección, la inversión pública se ralentiza debido a la curva de aprendizaje de las nuevas autoridades.
El plan habla de devolverle la confianza a los inversionistas privados…
Eso es un factor que no depende del Ministro de Economía sino del gobierno como un todo. No se ven señales de que eso vaya a ocurrir. Entonces, el plan [Impulso Perú] es un buen deseo pero difícilmente llegará a buen puerto. Un gobierno que no es capaz de comprar fertilizantes difícilmente puede recuperar la economía.
Kurt Burneo ha señalado que muchas empresas mineras le han tocada la puerta…
Seguramente es un comentario cierto y todos pueden venir a preguntar, pero lo importante es si deciden invertir y eso no está pasando. Esta situación existe porque el ambiente es incierto, con un gobierno con acusaciones de corrupción y con más de 60 ministros en un año. La economía no son buenos deseos, es una ciencia y hay topes de lo que se puede hacer.
El viceministro Alex Contreras afirmó que, para este año, esperan un crecimiento en la inversión pública de 8,5% y 4,5% para el 2023. ¿Es un exceso de confianza o un argumento para creer en el plan?
Es un buen deseo. La misma proyecciones del BCR son mucho más bajas. Hay un dato contundente: en lo que va del siglo XXI, no hay ningún año posterior a la elección de un gobierno regional o local, en que la inversión público supere el 3%. Podría pasar, pero no veo la forma. Entiendo que el MEF, por definición, debe ser optimista pero cuando se ve la evolución de las expectativas empresarial del BCRP uno observa que el terreno está en negativo, es decir, en los próximos tres meses [los empresarios] no tienen planeado invertir. Eso es un hecho.
Panorama incierto. Aunque por el otro lado, el BCRP parece estar controlando la inflación. ¿Cómo afecta al ciudadano los continuos incrementos de la tasa de referencia del BCRP?
El Perú y la economía mundial atraviesa por un periodo de inflación relativamente alto para los estándares del 2021. Por otro lado, esta inflación afecta a los más vulnerables. Por lo tanto, lo que hay que hacer es contener la inflación. Si uno mira los datos anualizados de los últimos tres meses arroja que la inflación está comenzado a ceder, es poco, pero ya cede.
¿Y los precios?
Hay que precisar un concepto: el que la inflación ceda no quiere decir que los precios bajen sino que poco a poco suben menos. Antes que bajen los precios hay que evitar que sigan subiendo. Una herramienta por excelencia es el aumento en la tasa de referencia interbancaria.
¿Y cuáles son sus efectos inmediatos?
Esta herramienta tiene dos caras. Una de ellas es que logra detener la inflación. Pero, la otra es que ralentiza el crecimiento porque al subir la tasa de interés de referencia para los bancos, se hace más caro producir o pedir un préstamo a los clientes finales. Entonces, el BCR prioriza detener la inflación y su costo es el aumento de la tasa de interés en el sistema bancario. Si uno mira hoy la inflación de alimentos es 13%, lo que afecta a los más vulnerables. Por eso se busca que baje, esa es la prioridad.
La medida de ahuyentar la tentación al crédito está funcionando…
Exacto, porque se está conteniendo la demanda interna.
¿Es una medida que se mantendría todo el 2022?
Si se mira las últimas subidas de las tasas de interés del BCRP, todas han sido de 0.5 y la última es de 0.25. Justo coincide con que la inflación se va moderando. Entonces, en la medida que la inflación siga en esa línea, estos incrementos ya no ocurrirán. Ahora, no solo depende de nosotros sino de la economía mundial. Por el momento, veo que la inflación se modera y estos incrementos serán mucho más espaciados en lo que queda del año. Espero que se cierre en 7% la tasa de interés y que en el 2023 no hayan incrementos.
Por lo señalado, ¿cómo cerrará la economía peruana?
Siendo optimista, esperaría un crecimiento de 2,7% para este año. Para el 2023 es impredecible aunque podría ser una cifra similar ya que no veo alguna inversión minera en el camino. La inversión pública es importante pero es pequeña y no impulsa un crecimiento. Creo que el 2023 sería de un crecimiento similar al 2022 pero con una inflación menor.
¿No hay salida para atraer la inversión privada?
Dos factores condicionan la ralentización de la inversión privada. La primera es que la incertidumbre interna es un veneno para la inversión privada. La segunda, las tres economías que mueven más del 50% del mercado mundial están complicadas: Estados Unidos está en recesión, China en una crisis financiera tremenda cuyos alcances aun no conocemos y la Euro Zona está cerca de la recesión. Más allá de ideologías, si no hay inversión no hay chamba y tampoco se reduce la pobreza.
Dinero fresco no habrá el 2023 y los gobiernos subnacionales se instalarán y aprenderán en un año. Escenario complicado para la inversión pública…
Así es. Por eso proyecto un crecimiento similar al 2022. Añado que el impulso en consumo no estará el 2023 porque la gente ya se gastó su CTS y no habrá más retiros de las AFP.
El plan Impulsa Perú contempla varios subsidios. Con el panorama descrito, ¿alcanzará el dinero público?
Por eso algunos le llaman el Plan Subsidio (ríe). Cuando el gobierno quiere hacer política publica la primera pregunta es «de donde saldrá el dinero» y «cual será el impacto de acuerdo a la propuesta». En el Plan Impulsa Perú no hay respuesta a ello. Entonces, reitero que el plan es un buen deseo, Preocupa que se pretenda que el crecimiento se base en subsidios e inversión pública cuando sabemos históricamente que eso no mueve el crecimiento.