Con la finalidad de brindar una experiencia única en los clientes piuranos nació bonomía, una concept store que abarca moda, arte, cultura y diversión en un solo lugar.
Esta propuesta de negocio está dirigida a un público que busca diferenciarse de los productos masivos de los grandes almacenes de los centros comerciales, ofreciendo diversos productos de diseñadores y emprendedores independientes peruanos, muchos de ellos con un gran compromiso por el cuidado del medio ambiente.
Dejar todo por emprender
Milagros Reyes nació en Pacasmayo y es una ingeniera industrial con una vasta experiencia gerencial, operativa y comercial en el rubro de los retails, en Lima, como Open Plaza, Parque Arauco y Corporación EW.
“Cuando vivía en Lima con mi esposo siempre quisimos regresar a Piura para formar una familia. El trabajar en la capital es un poco complicado por los horarios, las distancias y otros aspectos. Si bien él tenía proyectos personales, yo quería hacer en Piura algo ligado a lo que estaba trabajando”, comenta Milagros.
Cuando llegaron a Piura, el año pasado, ella dispuso no volver a trabajar para otros sino formar su propia empresa. Decidió junto con su esposo y un amigo emprender este negocio.
Lo primero que buscaron era un nombre que se identificara con lo que querían ofrecer al cliente y escogieron Bonomía, una palabra de origen francés cuyo significado es bondad.
“Si bien bonomía se escribe originalmente con ‘h’ intermedia, nosotros preferimos obviarla por un tema de marketing digital”, agrega.
Ingreso al mercado
La idea era ofrecer algo diferente en Piura, relacionado al tema comercial, aprovechando su experiencia en retail.
“Bonomía empezó, en noviembre del 2018, en el centro comercial Open Plaza con un módulo en la feria del pasillo, teniendo una buena respuesta por parte del público”, recuerda Milagros.
Mientras continuaban en el centro comercial se dedicaron a buscar otros locales, de preferencia, en la Urb. Santa Isabel porque «se está volviendo el nuevo centro de Piura». Fue así que encontraron un local en el boulevard de Santa Isabel (calle San Miguel 197).
A fines de abril, empezaron a hacer la remodelación del local. También con los trámites para licencias de funcionamiento, convirtiéndose en una de las mayores dificultades al momento de emprender, por ser un sistema lento, tedioso y burocrático.
Su presencia en el Open Plaza terminó en julio, el mismo mes de la apertura del local de bonomía. Aunque, según la fundadora de este emprendimiento, no descartan regresar en diciembre al centro comercial para la campaña navideña.
Mercado potencial
Al inicio de Bonomía quería comprobar si los clientes conocían algunas marcas que ofrecían, encontrando que varias personas consumían algunas y otros sabían de ellas por las redes sociales.
Algunos empezaron a solicitar marcas nuevas, permitiéndoles darse cuenta del interés del público piurano por productos diferentes y novedosos, un público que buscaba diferenciarse de la ropa repetida que ofrecían las tiendas por departamento de los malls.
De esta manera, bonomía logró trabajar con marcas nacionales de ropa y de cuidado personal con colecciones limitadas y en constante renovación.
“En nuestra concept store, si compras un producto hoy, no será lo mismo comprarlo en tres meses, porque son colecciones tan reducidas que no se vuelven a repetir”, indica Milagros.
Esta fue siempre la idea de este emprendimiento, de no poner nunca una fecha de renovación de mercadería para que los clientes puedan comprar cosas nuevas.
Primeros proveedores
Bonomía cuando estuvo en el Open Plaza empezó como un lugar de venta de regalos. Muchas marcas de accesorios y productos de cuidado personal se contactaban con ellos, pero menos las de ropa por un tema de espacio.
Con el módulo solo tenían a Whairo, una marca de gorras, pero sabían que cuando abrieran la tienda todo mejoraría.
“El resto de marcas de ropa las tuve que buscar por mi cuenta, decirles que estaba abriendo una concept store y presentarles el proyecto. Luego me acepten las condiciones y me envíen los productos”, recuerda la fundadora de bonomía.
Desde que abrieron el local ofrecen al público: ropa para todas la edades, complementos y accesorios, productos de cuidado personal, artículos de belleza, papelería, calzado de mujer, objetos de decoración, arreglos florales, bicicletas, entre otros.
Los productos los pueden encontrar al mismo precio que en el resto del país. Bonomía es un punto de venta. “Nosotros no agregamos precio a los productos. Somos una especie de distribuidor de las marcas”, afirma Milagros.
Marcas sostenibles
Actualmente, bonomía ofrece a los consumidores cerca de 85 marcas más conocidas del país, de diseñadores peruanos independientes con un buen posicionamiento en el mercado.
Marcas altamente seleccionadas que apuestan por modelos de sostenibilidad en su producción, comprometiéndose con el cuidado del medio ambiente y al idóneo desarrollo humano de sus colaboradores.
Entre ellas se encuentran Antarki, una marca social de lentes de bambú. De lo recaudado de la venta escogen parque olvidados para restaurarlos. Colocando juegos y jardines, y el 20 por ciento destinado al sembrío de bambú, convirtiéndose en autosostenibles.
También Misha Rastrera, una marca de cuidado personal que utiliza insumos naturales. Esta marca ha ganado premios por dar trabajo a peruanos de la zona andina y amazónica.
Otro producto es Cano & Alva, una marca de lentes y relojes comprometidos con la naturaleza. Con cada producto vendido, apoyan a la ONG “Conservamos por naturaleza” en su iniciativa de reforestación de árboles nativos.
Otra es El Turco, productos para el cuidado de la barba y el cabello basados en recetas tradicionales.
Tienen una marca de ropa como Pietá, confeccionada por reclusos de los centros penitenciarios de Lima. Ofrecen también macetas, elaboradas por presos de las cárceles de Ica.
No podemos dejar de mencionar a Peruvian Flake, una marca que ofrece undies, tops y swimwears con acabados de calidad para mujeres que buscan respeto y reconocimiento en el mundo.
Para quienes le gusta combinar deporte y entretenimiento, venden bicicletas peruanas de las marcas Bici and Bike y Anza.
De las diversas marcas piuranas se encuentra Filtro, que ofrece lentes de sol de madera con incrustaciones de filigrana de Catacaos.
Además, Bonomía siendo también parte de esta conciencia medio ambiental de las marcas, en cada proceso de venta entrega a sus clientes bolsas de tela y cartón.
El cliente es lo primero
En esta concept store les importa mucho la experiencia con el cliente. Cuentan con un personal capacitado para otorgarle al consumidor una experiencia única.
“En el negocio trabajamos 5 personas, somos como una familia. A mí me encanta estar siempre en el local para participar de esa experiencia personalizada a los clientes”, nos dice su gerente general.
El público que compra en este emprendimiento sabe que cualquier mínimo reclamo de un producto será solucionado de la mejor forma. Aunque no les ha pasado mucho, pero algunas personas que compraron ropa y no le quedó la talla, se fueron siempre satisfechos de que se les cambio la prenda.
“El cliente es lo primero, su experiencia nos importa mucho. No nos ha pasado que algún cliente se fuera molesto, porque siempre resolvemos con la mejor disposición algún reclamo que éste pueda tener”, señala la fundadora de bonomía.
“Pero más que los productos, es la experiencia de venir a nuestro local y sentirse bien atendido”, dice.
Una manera de complementar la experiencia del cliente es a través del servicio de barra dentro del establecimiento, donde ofrecen helados artesanales de la marca Aldo Diego & Co. y cafés naturales. “Aunque no siempre lo vendemos, con esto logramos llevar al más alto nivel nuestra atención al público”.
Cuando estaban en el Open Plaza varias parejas de esposos que se acercaban al módulo y siempre uno de ellos terminaba inquieto o aburrido mientras esperaba que el otro terminara su compra.
“Es por eso que en bonomía, mientras un cliente esté comprando, su acompañante puede esperar tomando un café dentro del local. También contamos con un ambiente de lectura, acondiciona con una pequeña biblioteca, donde el consumidor puede completar su experiencia de compra leyendo un buen libro”, comenta Milagros.
Sinceridad y veracidad ante todo
La sinceridad y la transparencia son valores fundamentales en bonomía. A través de ello, los consumidores no se sentirán estafados, como pasa en algunos negocios de la ciudad. Aunque la satisfacción de los clientes, en este emprendimiento, dependerá también de poner muchos valores en práctica para conseguir el objetivo.
“Que sepan que les decimos la verdad al momento de probarse una prenda o que están llevando algo de buena calidad cuando compran productos de cuidado personal”, nos dice la ingeniera industrial y de sistemas.
“O si los clientes me dicen que cuentan con un determinado presupuesto, hay que decirles de manera sincera lo que pueden comprar con ello”, agrega.
La concept store cuenta con marcas peruanas, de diseñadores independientes, de precios accesibles y otras mejor posicionadas de costo más alto.
Los de los ‘influencers’ en las redes sociales predomina mucho en los clientes piuranos. El público busca imitar todo lo tiene puesto la celebridad, desde los aretes hasta los zapatos.
La fundadora de bonomía nos manifiesta que el costo de comprar el outfit completo en su tienda es elevado, pero hay clientes que valoran más la calidad y la originalidad del producto, estando dispuestos a aceptar el precio.
“Pero para nosotros la inversión también ha sido muy alta al decidir trabajar con marcas exclusivas, aunque estamos tendiendo bastante retorno”, destaca.
Público variado
En esta concept store, ubicada el boulevard de la Urb. Santa Isabel, se acercan a comprar personas de todas las edades.
Hay un público adulto fiel que los acompaña desde que se encontraban en el centro comercial, por el tema de las orquídeas, cactus y arreglos. “Ahora en la tienda vendemos orquídeas con un servicio de delivery completamente gratis”
También acuden al local adultos mayores para comprar regalos para familiares y amigas.
“Hasta el momento no puedo definir quién es el cliente de bonomía, porque tengo afluencia de público diverso”, señala Reyes.
El resto es ser conocidos
En bonomía son conscientes de no poder competir con las grandes ofertas de las tienda por departamento de los centros comerciales. “Pero nuestro objetivo es que el piurano que se cuenta que ofrecemos prendas de muy buena calidad, confeccionados con algodón peruano. Productos que no son masivos, sino colecciones originales, diferentes y limitadas”, destaca.
Como todo negocio, a Milagros Reyes le gustaría expandirme en el mercado con otros locales, pero sabe que todavía no es el momento.
“Nuestra meta a corto plazo es lograr que todo piurano sepa de la existencia de bonomía”, manifiesta.
Hoy en día, al público le atrae estos nuevos formas de negocios y no es de sorprenderse que aparecieran en Piura otros locales con el formato concept store.
“No es fácil agrupar en un solo lugar a tantas marcas confeccionadas con materiales ecoamigables, pero cuando el cliente sale satisfecho de la tienda, créeme que eso vale todo el esfuerzo, y nosotros hemos sido los primeros en lograrlo”, finaliza Milagros Reyes.