Según estimaciones del Ministerio de Economía y Finanzas, el PBI peruano se contraería 12.0% a término del 2020.
Esto, producto del deterioro de la actividad económica que se observó en el primer semestre del año.
Las medidas de contención frente al COVID-19 también tuvieron un impacto negativo en todos los sectores económicos.
Provocando un choque de oferta, ante la suspensión parcial y total de las actividades no esenciales.
Y un choque de demanda debido al menor gasto de los agentes económicos.
Por otro lado, para el segundo semestre del año se prevé una recuperación progresiva de la economía.
El desempeño económico mejoraría por la reanudación de actividades económicas, el impulso fiscal y la recuperación de la demanda externa.
Por lo que se esperaría que los sectores primarios alcancen niveles pre COVID-19 en el cuarto trimestre del año.
Mientras que los sectores no primarios tendrían una recuperación más lenta.
Las fortalezas macroeconómicas de Perú han sido claves para hacer frente al COVID-19 y serán a su vez un soporte para una recuperación rápida.
En la deuda pública, Perú se ha mantenido dentro del límite legal establecido (30% del PBI), siendo la menor cifra a comparación de Brasil, México, Colombia y Chile.
Esto significa que el Perú, como país no ha incurrido en deudas soberanas (deudas a particulares u otros países) para solventar la crisis actual que se vive.
En relación a déficit fiscal Perú nuevamente se ha mantenido con un porcentaje menor en comparación de países semejantes.
Esto señala que los gatos realizados por el Estado fueron levemente superiores a los ingresos no financieros que recibe. Lo que le otorga una ventaja comparativa con respecto a los demás países.
Con respecto a las reservas internacionales, estas hacen referencia a los depósitos en moneda extranjera que controla el banco central, funcionando como indicador económico, mostrando los recursos que dispone el país.
Por lo que tener una economía con mayores reservas internacionales puede ayudar a impulsar la moneda local y proveer un seguro de crédito ante las inversiones extranjeras.
Finalmente, Perú también ha mantenido un nivel de inflación dentro de sus limites establecidos por el BCRP, lo que aporta más seguridad a la moneda local.
Otro factor importante para la recuperación de la actividad económica sería el impulso fiscal ya que favorecería la confianza de los agentes.
Lo que significa que el Gobierno invertirá más en programas de impulso con el objetivo de ayudar a la recuperación de la economía
Entre las principales medidas del Plan Económico y su impacto en el PBI peruano se encuentra la entrega de bonos y subsidios, programas como Reactiva Perú y Arranca Perú; y entre otros.
Esto se realiza con la intención de incrementar el consumo de las personas, porque al haber un incremento de este sector que corresponde el 60% del PBI, prevendrían un decrecimiento más fuerte en la economía.
Por otro lado, se estima que el PBI peruano registrará un rebote importante de 10.0% en 2021, impulsado, principalmente, por un mayor gasto privado del Gobierno.
Asimismo, este sector marcaría a finales del 2020, -12% del PBI total al cierre del año.
Y el cambio en el crecimiento del PBI por gasto de 2020 a 2021 se debería principalmente a tres factores: consumo privado, inversión privada y gasto público.
El consumo privado, se incrementaría alrededor de 10 puntos porcentuales producto de la reactivación del círculo virtuoso inversión-empleo-consumo, la recuperación de expectativas de los agentes económicos y por las condiciones financieras favorables dentro del mercado.
En lo que implica la inversión privada, aumentaría en promedio 9.4 puntos porcentuales, logrando que para 2021 sea el 22.0% del PBI por gasto.
Esto se debería principalmente al reinicio de proyectos, principalmente de inmobiliario e infraestructura como las obras de la Línea 2, terminales portuarios y el Aeropuerto Jorge Chávez.
Finalmente, el gasto público del gobierno también elevaría el PBI por gasto en 1.9 puntos porcentuales en resultado a la implementación de los Proyectos Especiales de Inversión Pública, y el impulso de obras paralizadas, así como el desarrollo de proyectos de inversión APP y obras por impuesto.
En comparación con los demás países de la región, el PBI peruano junto con Colombia y Chile, retornarían a niveles pre-covid en 2022, siendo los primeros en estabilizar las fluctuaciones producto de la crisis económica.
Asimismo, la economía peruana ha sido la que mayor crecimiento a tenido a diferencia de Colombia, Chile, Brasil, Argentina y México cuando se toma como año base el 2000.
Y será también la que tenga una recuperación más rápida con respecto a los demás países.
Esta recuperación rápida pese a las restricciones que se impusieron serían producto de tres elementos claves: impulso a la demanda, impulso al stock de capital e impulso a la competitividad y productividad.
En tiempos de crisis económica, la demanda suele verse afectada, por lo que las autoridades centrales buscan impulsar la demanda, con la intensión de incrementar el consumo de las familias, que es un componente fundamental dentro del PBI.
Esto se explica ya que ante una caída de demanda como ha sucedido hasta ahora, la producción industrial se reduce, disminuyendo así los precios de los productos básicos, y estos comprimen la situación fiscal de muchas economías que dependen de las exportaciones como es el caso de Perú.
Para esto se han implementado tanto medidas tributarias, de gasto como de liquidez logrando una participación del 20.0% dentro del PBI total.
Asimismo, se busca impulsar el stock de capital dado que según la teoría económica el crecimiento de un país sería producto del estímulo de capital.
Esto significa que, al incrementar el stock de capital, el gasto de inversión dentro del PBI aumenta la capacidad productiva futura de la economía, es decir, permite elevar las posibilidades de producir en el futuro.
El gobierno, por su parte ha incrementado el número de proyectos tanto para Cartera PNIC, Cartera APP y la Cartera minera, esto con la finalidad de aumentar el gasto por inversión.
El último punto clave para la recuperación de la economía peruana sería el impulso a la competitividad y productividad.
El Estado para ello a proyectado que el Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP) tiene un avance de 17.4% hasta la fecha.
Mientras que existen alrededor de diez Mesas Ejecutivas (ME) que funcionan como un grupo de trabajo público-privado, en donde se toman medidas concretas para elevar la productividad de un determinado sector.