En el informe de Perspectivas económicas de América Latina, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se resalta qué, la crisis será especialmente difícil para las micro y pequeñas empresas.
Se indica que estas, no tienen capacidad para amortiguar el golpe de una crisis económica.
Por eso se estima que 2.7 millones de empresas, en su mayoría microempresas, podrían cerrar.
Lo que supondría la pérdida de 8.5 millones de puestos de trabajo
Cabe recordar que la región se caracteriza por el predominio de microempresas y pequeñas empresas.
Las cuales, tienen una escasa productividad, que a menudo están desconectadas de sus mercados y que no tienen capacidad para absorber el shock generado por la pandemia
Para ello, el informe señala que las herramientas digitales pueden contribuir a impulsar la productividad e incrementar su competitividad.
“Pese a existir una gran heterogeneidad entre países, todos ellos están siendo golpeados”, se indica en el informe.
Asimismo, la contracción de la actividad provocada por la pandemia está teniendo una enorme repercusión socioeconómica, que afecta a los grupos más vulnerables.
Casi un 60% de los trabajadores de América Latina pertenece al mercado informal, claro ejemplo es Perú, cuyo mercado informal es más de 70%.
Antes de la crisis, cerca del 40% del total de trabajadores no estaba cubierto por ningún tipo de red de protección social.
Es decir, no contaba con seguro social alguno ni con ayudas de ningún programa principal de asistencia social.
Para Perú, ese porcentaje se aumenta a 60%, siendo el tercer país de la región, cuyos trabajadores no cuentan con asistencia social.