En un contexto donde el 60% de la población económicamente activa en Perú está conformada por personas mestizas y afroperuanas, un reciente estudio regional realizado por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe-, en alianza con Feira Preta y Plano CDE, pone el foco en un sector muchas veces invisibilizado: el de los afroemprendedores.
El informe —basado en una encuesta a 3,000 personas en Perú, Brasil, Argentina, Colombia y Panamá— identifica los desafíos financieros, sociales y estructurales que enfrentan estos negocios. En el caso peruano, los datos revelan tanto el potencial como las barreras económicas que limitan el crecimiento de estos emprendimientos.
Mujeres afroemprendedoras: El rostro del emprendimiento
En Perú, el 55% de las personas afroemprendedoras son mujeres, principalmente entre los 25 y 44 años. De ellas, el 48% lidera negocios que apenas logran generar ingresos equivalentes a un salario mínimo, siendo a la vez su principal fuente de ingreso familiar. Esto refleja la importancia económica y social de estos emprendimientos, pese a su limitada rentabilidad.
Aunque la mayoría de afroemprendedores peruanos posee cuentas bancarias, el 64% solo dispone de una cuenta que utilizan para fines personales y empresariales. El acceso a crédito sigue siendo restringido, y uno de los principales factores señalados es la discriminación racial en los procesos financieros y bancarios. Esta exclusión empuja a muchos a recurrir a microcréditos familiares o al financiamiento informal.
En la región, se observan patrones similares: en Brasil, el 44% de solicitudes de crédito de afroemprendedores fueron rechazadas; en Colombia, Perú y Panamá, las redes familiares son la principal fuente de financiamiento.
Formalización y emprendimientos post-pandemia
Un dato alentador es que Perú registra el mayor índice de formalización empresarial entre los países estudiados (61%), y la menor proporción de emprendimientos unipersonales (43%). Además, muchos de estos negocios surgieron durante la pandemia, lo que evidencia una respuesta resiliente a la crisis económica, con base en el autoempleo y el uso de ahorros personales.
El 41% de los afroemprendedores peruanos utiliza la identidad cultural como eje estratégico de su comunicación y propuesta de valor. Además, el 75% percibe su emprendimiento como un símbolo de lucha contra el racismo, y el 89% considera que las empresas deberían involucrarse activamente en temas de equidad racial.
Eddy Bermúdez, director de Diversidad en CAF, señaló que estos datos “permiten comprender los obstáculos y oportunidades del emprendedurismo afro. A partir de ellos, los gobiernos pueden diseñar acciones concretas para promover su desarrollo”.
Retos empresariales: Crecimiento, ingresos y acceso a mercado
Entre los principales desafíos que enfrentan estos negocios en Perú destacan:
- Ampliar su base de clientes (49%).
- Alcanzar estabilidad de ingresos (36%).
- Expandirse a nuevos mercados (35%).
Además, solo el 35% se siente seguro al momento de generar alianzas estratégicas, y menos de la mitad confía plenamente en su capacidad para asumir riesgos, lo que limita su escalabilidad.