Tendencias

Víctor Rímac, el primer montañista peruano en subir al Everest sin oxigeno suplementario

Rímac ha subido seis montañas sin oxigeno adicional, durante los últimos ocho año. El próximo año planea hacer dos más, con lo cual le restarían seis para convertirse en el segundo latinoamericano en completar la hazaña.
Por Andersson Panta
2 minutos
VÍCTOR RÍMAC

Víctor Rímac, huaracino de nacimiento descubrió a los 14 años su pasión por la escalada y el montañismo. Desde ese entonces, no ha parado de subir cuanta cima se ponga en su delante. Además ha sido el primer peruano en subir el Everest sin oxigeno suplementario.

A raíz de su interés por el montañismo desde el 2014, Rímac se adentró en el llamado proyecto Ochomil el cual consiste en ascender las 14 montañas más altas que se encuentran en las cordilleras del Himalaya, menciona el alpinista, quien descendió de su última montaña, Makalu, ubicada a 8,463 msnm en Nepal, en el mes de mayo.

Proyecto Ochomil

Rímac ha subido seis montañas sin oxigeno adicional, durante los últimos ocho año. El próximo año planea hacer dos más, con lo cual le restarían seis para convertirse en el segundo latinoamericano en completar la hazaña, después del ecuatoriano Iván Vallejo.

Costo por expedición

Según relata el montañista para Diario Gestión, una expedición por cada montaña puede costar entre US$ 40 mil y US$ 50 mil entre pasajes, estadía, alimentación y equipos. El deportista trata de financiar esto mediante auspicios (tiene cuatro en total) y su propio trabajo como guía de montaña profesional en Huaraz.

Auspiciadores

Uno de sus primeros auspicios fue Latam, luego de que un importante ejecutivo de esa empresa contrató sus servicios como guía en Huaraz en 2012 y quedó impresionado con su trabajo y luego lo animó a seguir aprendiendo en otros lugares sobre alpinismo.

Además de la aerolínea, Rímac cuenta como auspiciadores con Elite Exped, Andes Outdoor y Asociación de Guía de Montaña del Perú (AGMP).

Motivación

Para el deportista, crecer en una familia disfuncional tiene la respuesta a que cada cierto tiempo tome la mochila y se encamine hacia la montana más cercana. “Mi padre era alcohólico, mi madre tenía muchos hijos; y yo vivía sin control, era el típico niño problema. Pensar en conseguir algo era casi imposible”, recuerda.

Asimismo, menciona que uno de sus hermanos, un día lo metió a un curso de escalada y desde ahí empezó a tener gran interés por este deporte extremo.

¿Existe el miedo?

Víctor menciona que muchas personas no retornan luego de subir a la cima, es por ello que desea cumplir su objetivo de subir los 14 ochomiles y luego dedicarse a escalar montañas por pasión, dictar conferencias tal como también lo hace ahora y dejar un legado, una enseñanza a las nuevas generaciones de alpinistas peruanos.

VIDEO RECOMENDADO