Emprendimientos

Valery Lisboa: Llegó a Lima con S/20 y ahora es dueña de una de las joyerías de lujo con presencia en España

Con su visión de una joyería de lujo sostenible, Imelda de Val continúa creciendo, preparándose para nuevos eventos y expandiendo su marca.
Por Iveth Yamunaque
6 minutos
Imelda de val valery lisboa

Desde que salió del colegio a los 17 años, y llegó a Lima, Valery Lisboa siguió una trayectoria que la llevó de Chiclayo a Europa. Aunque inicialmente soñaba con ser cantante, la vida la condujo hacia el diseño y emprendimiento.

En 2007 fundó Imelda de Val, y desde entonces trabajó para llevar sus creaciones a mercados internacionales, consolidándose en España y ganando reconocimiento en revistas como Vanity Fair.

Valery Lisboa

Nació en Chiclayo y desde pequeña tenía una fascinación por el comercio, pues lo había heredado de su abuela Imelda, quien siempre estaba haciendo alguna cosa para ganar dinero.

Valery comenzó vendiendo diferentes cosas en el colegio, sin alguna razón aparente, lo que le despertó el gusto de comerciar.

Sin embargo, al terminar el colegio y con 17 años, decidió ir a Lima para cumplir su sueño de ser cantante. Con S/20 en el bolsillo, Valery llegó a la capital, sin embargo, las circunstancias la llevaron por otros caminos, enfrentando desafíos de juventud e inexperiencia.

Comenzó vendiendo biblias de lujo, lo que le abrió la puerta al concepto de lujo en su vida. De ahí en adelante, probó varios trabajos hasta laborar en bancos como el Continental e Interbank, donde pudo hacer contactos valiosos para su futuro negocio.

“No me sentía feliz ahí, pero me ayudó a conocer gente que después sería importante para mi emprendimiento”.

Una de sus tías, quien vendía joyas de plata en Suiza, y su madre la alentaron a aprender el oficio. Aunque dudó al inicio, finalmente decidió explorar el sector.

De esta manera fue testigo de todo el proceso que conlleva realizar joyería, por lo que se quedó impactada y descubrió que podía unir el arte y su pasión por las joyas para dar a conocer su trabajo.

Con el tiempo, dejó su trabajo en el banco para recorrer diferentes distritos de Lima como Miraflores, San Isidro, Jesús María, Lince y La Molina para vender joyas y de esta manera construir su cartera de clientes. De esta manera funda Imelda de Val en 2007, una de las joyerías peruanas de lujo.

La estrategia fue sencilla pero eficaz: cada cliente satisfecho debía proporcionarle dos contactos adicionales. Así, su negocio se expandió rápidamente por distritos de Lima como Miraflores, San Isidro y La Molina. En su primer mes de ventas, logró una ganancia que superó su sueldo bancario, confirmando que había encontrado su vocación.

Durante una crisis en el mercado de la plata, Valery intentó incursionar en la venta de menús, un negocio que solo duró un mes. Determinada a seguir en el mundo de la joyería, comenzó a estudiar diseño y técnicas de joyería, ganando el reconocimiento de su entorno como “la joyera”.

Con el tiempo, una amiga le pidió que elaborara sus anillos de matrimonio en oro, material con el que nunca antes había trabajado. Aceptó el reto, y así comenzó su incursión en la joyería de oro.

El camino hacia la especialización no se detuvo. Valery tomó su primer curso sobre diamantes en la Cámara de Comercio Americana de Perú (AmCham) en Lima. Fascinada, preguntó a su profesora sobre dónde podía aprender más y, motivada por la recomendación, se inscribió en el Instituto Gemológico de América (GIA), la institución más reconocida en gemología.

Finalmente, viajó a Nueva York para completar la parte presencial y se graduó como especialista en diamantes. Hoy, con la certificación del GIA, Valery está calificada como perito para evaluar y emitir opiniones gemológicas sobre diamantes, un logro que marca su posición en la joyería de lujo.

Imelda de Val: Un referente en la joyería de lujo peruana

Valery Lisboa logró recorrer un largo camino desde aquella primera venta hasta convertirse en una joyera de confianza en Perú, uniendo su visión artística con la seguridad que inspira a sus clientes.

Imelda de Val marcó una diferencia en la joyería peruana, rechazando imitaciones y apostando por piezas únicas.

«Muchas personas me pedían piezas inspiradas en grandes marcas, pero decidí crear mis propios diseños».

Este enfoque personal y exclusivo le permite ofrecer a cada cliente algo especial que capture sus emociones y vivencias, brindándole un sello distintivo en la industria.

Para Lisboa, la personalización y la sostenibilidad son más que simples términos, pues Imelda de Val optó por el oro certificado Fairmined, que es un sello de sostenibilidad que certifica que el oro proviene de organizaciones mineras artesanales y de pequeña escala que cumplen con un estándar de minería justa.

De esta manera, Imelda de Val asegura que el material proviene de minería responsable y que cada proceso se realiza de forma limpia y ética.

Este compromiso surge de un fuerte rechazo a los abusos de la minería ilegal, incluyendo la explotación infantil. Hoy, el taller de Imelda de Val transforma oro de 18 quilates en piezas exclusivas, garantizando trazabilidad y estándares ambientales.

Desafíos y expansión internacional

La competencia informal en Perú, donde la compra de oro por gramo es común, representa un desafío para Imelda de Val, debido a que no se valora el trabajo artesanal.

Recientemente, la marca lanzó la campaña “Lujo Sagrado: Gemas de Perú”, un proyecto que busca revalorizar las piedras preciosas locales como el ópalo andino.

Este esfuerzo no solo busca destacar la riqueza del país, sino también apoyar una causa social: el 30% de las ganancias netas se destinarán a programas para mujeres y niños víctimas de violencia, un sueño que la fundadora tuvo desde el inicio.

Posicionamiento en el mercado europeo

Con el apoyo del Programa de Apoyo a la Internacionalización (PAI), que impulsa la internacionalización, Imelda de Val comenzó a consolidarse en Europa, especialmente en Madrid.

Hasta ahora, la inversión en el proyecto fue de aproximadamente 140,000 dólares, y en 2025 abrirán su primera tienda física en Madrid, un paso que aumentará su presencia comercial más allá de su showroom actual.

La marca logró visibilidad en medios como Vanity Fair y en eventos destacados donde figuras como la actriz española Michelle Jenner, protagonista del spin-off de la «Casa de Papel», lució sus creaciones.

Mientras que en Perú, a la fecha, Imelda de Val proyecta la apertura de su flagship en Lima, entre San Isidro y Miraflores. Una tienda que tendrá 40 m2 y que estaría lista para finales del primer trimestre del 2025.

Con su visión de una joyería de lujo sostenible, Imelda de Val continúa creciendo, preparándose para nuevos eventos y expandiendo su marca.

La combinación de su compromiso con la sostenibilidad, el enfoque personalizado y la expansión internacional hace de Imelda de Val una marca que no solo crea joyas, sino que también promueve un cambio en la industria.

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