La estrategia expansiva que aplicó la UPC desde el 2013, y que la expuso a un riesgo de liquidez superior al de sus competidoras durante más de cinco años, la ha terminado convirtiendo en la universidad con más ingresos del país: mil millones de soles al año.
Entre el 2015 y el 2019, ha pasado de tener 46,000 alumnos a más de 61,000 —un incremento de 32%— y ha logrado pagar la mayor parte de las deudas que adquirió para financiar su expansión.
Esto se ha traducido en un incremento de su ratio de liquidez y en volver a tener capital de trabajo positivo.
Ambos indicadores miden la capacidad de una empresa de cumplir con sus obligaciones financieras de corto plazo con los flujos de efectivo que genera su actividad económica.
Y con sólo el 85% de su capacidad ocupada, a la UPC todavía le queda espacio para seguir llenando sus campus.
Los tiempos difíciles
El año de mayor riesgo para la UPC fue el 2015. La universidad venía arrastrando capital de trabajo negativo —la diferencia entre los activos fácilmente convertibles en efectivo y las deudas de corto plazo— desde que sus estados financieros se hicieron públicos en el 2013. Pero en el 2015 el indicador alcanzó su punto más bajo: -S/177.8 millones.
Un capital de trabajo negativo implica que una compañía no está en capacidad de pagar todas sus obligaciones de corto plazo. Éstas incluyen el pago de planillas, por lo que las empresas en esa situación suelen tener que endeudarse con terceros para mantenerse operativas.
“Cuando una organización busca crecer y seguir consolidándose […], se requiere invertir. Por ello, es usual que se recurra a préstamos para incrementar los niveles de inversión. Esta es la principal razón del capital de trabajo negativo que tuvo la UPC en años anteriores”, acepta hoy su CFO, Nils Lilliegren. La universidad ha logrado revertir el riesgo.
Al cierre del 2018, la UPC registró activos corrientes por S/209.9 millones y pasivos corrientes por S/187.3 millones, lo que derivó en un capital de trabajo positivo en S/22.6 millones y un ratio de liquidez de 1.12. Esto se consiguió —según Lilliegren— mediante la aceleración del llenado de sus nuevos campus.
“[Se debió] principalmente a dos estrategias: eficiencias operativas en los cuatro campus, y la aceleración en los planes de consolidación del campus de San Miguel y el de Villa, a fin de que alcanzaran más rápido su nivel de madurez”, explica el ejecutivo.
El esquema de negocios de la UPC se sustenta mayoritariamente en sus ingresos por pensiones. De los S/1,016 millones que la universidad facturó en el 2018, el 93.2% provino de pensiones de pregrado, EPE y posgrado.
Si a ello se suman los ingresos por cursos y programas de extensión, y los cargos por retraso —también vinculados a las pensiones—, el 99.1% de los ingresos está relacionado a la cantidad de alumnos que se matriculan en el ciclo.
La estrategia natural de una universidad con esa estructura de facturación es la ampliación de su capacidad para recibir alumnos. Entre el 2013 y el 2015, la UPC inauguró campus en San Isidro, Villa y San Miguel, y un hub de laboratorios de ingeniería en la Av. Costanera.
Esto le permitió expandir su rango de cobertura, que antes estaba limitado a Monterrico, a un triángulo que abarca las zonas de mayores ingresos de Lima Sur y Lima Este.
“Facilitar la cercanía de campus descentralizados ha ayudado a que más alumnos accedan a la UPC“, dice Lilliegren.
Con 61,095 alumnos, la UPC todavía tiene espacio para crecer: su nueva capacidad instalada tiene hoy una ocupación de sólo 85%, según su CFO. Esto se debe —en buena parte— a un sistema de rotación de aulas eficiente, explicó una fuente que pidió anonimato por estar vinculada al grupo Laureate Perú, dueño de la universidad.
“Procuramos optimizar el empleo de las aulas según las necesidades educativas. Esta organización la realiza el área académica”, detalla Lilliegren.
La optimización implica, por ejemplo, la utilización de los horarios nocturnos para las clases de los programas para profesionales que trabajan, como EPE o Working Student.
La estrategia expansiva ha posicionado a la UPC como la cuarta universidad con más alumnos del país, sólo detrás de la Universidad Alas Peruanas (116,034 alumnos), la UCV (106,216) y la UPN (67,199), según cifras de la Sunedu.