En un país rico en biodiversidad, pero donde los agricultores enfrentan innumerables retos, Tiyapuy inicia como un ejemplo inspirador de cómo el comercio justo y la innovación pueden cambiar vidas.
Esta empresa ayacuchana, premium y sostenible, fundada en 2020, combina tradición, sostenibilidad y tecnología para llevar los productos andinos al mercado global, logrando un impacto positivo en las comunidades y la economía local.
Conoce la historia de Tiyapuy, la marca peruana de snacks que en cuatro años logró ingresar a seis países.
Un cambio radical en Ayacucho
En 2019, los agricultores de Ayacucho enfrentaban condiciones desafiantes. Muchos vendían la papa nativa, símbolo de la riqueza agrícola del Perú, por apenas 50 céntimos el kilo o dejaban que se perdiera en los campos.
Un año después, Carlos Añaños, junto a tres profesionales agroindustriales, presentaron un modelo innovador: pagar tres soles por kilo, seis veces más que el precio habitual. Aunque en un inicio fueron considerados «locos», esta propuesta no solo mejoró las condiciones de los agricultores, sino que también les devolvió la esperanza de construir un futuro próspero en sus propias tierras.
En ese mismo año, en el contexto de pandemia, muchos peruanos perdieron sus empleos, por lo que Añaños y su equipo se comprometieron a generar nuevas oportunidades laborales y de desarrollo para decenas de familias campesinas en Ayacucho.
Así nació Tiyapuy en 2020, una iniciativa dedicada a revalorizar productos clave de la agricultura peruana, como la papa nativa y la quinua. En una pequeña planta ubicada en Chorrillos, Tiyapuy comenzó su producción con el objetivo de consolidarse en el mercado local.
Esta empresa peruana fue impulsada por cuatro expertos en el sector de alimentos: Carlos Añaños, empresario peruano y fundador del Grupo AJE; Edilberto Soto, agricultor con más de 30 años de experiencia cultivando papas nativas de diversas formas, colores y sabores; Gustavo Jáuregui, empresario del sector agroindustrial con 25 años de trayectoria; y Aníbal Prado, ingeniero industrial creador de fideos nutritivos antianemia. Estos emprendedores demostraron que el trabajo en equipo, la innovación y el compromiso social pueden transformar vidas.
Meses después de su lanzamiento, Tiyapuy logró posicionar su primer producto: los chips de papas nativas orgánicas, presentadas en cinco sabores diferentes. Logrando convertirse en un referente en el mercado de alimentos orgánicos y saludables, a través de varias categorías como snacks 100% libres de octógonos, quinua orgánica y pastas.
En poco tiempo, sus productos lograron reconocimiento internacional, convirtiéndose en la primera marca peruana de alimentos con certificación blockchain. Gracias a esta tecnología, los consumidores podían rastrear información detallada sobre los productos, como el origen de los cultivos, la fecha de cosecha e incluso el nombre del agricultor responsable.
Por otro lado, el nombre Tiyapuy, que en quechua significa «lo tiene todo», refleja el propósito de la marca: celebrar la riqueza y diversidad de los alimentos peruanos. Bajo el lema «Seed of the World» (Semilla del mundo), esta empresa busca posicionar los superalimentos andinos en mercados internacionales, destacando su calidad, historia y valor nutricional. Asimismo, es considerada una de las primeras empresas que tiene como socios a agricultores.
Un modelo que gana para todos
Con solo un año en el mercado, Tiyapuy logró tener un gran éxito, esto fue debido al modelo de negocio implementado: win-to-win al cuadrado, donde todos los actores de la cadena de valor se benefician de manera justa, conectando no solo a los agricultores con mercados globales, sino también garantiza la calidad de cada producto. Esta visión busca equilibrar la relación entre el ser humano y la naturaleza, promoviendo un consumo responsable que valore la biodiversidad peruana.
En 2021, las ventas se triplicaron gracias al reconocimiento obtenido por la marca y su propuesta de valor única en el mercado de súper alimentos saludable. Des esta manera lograron exportar a países como Estados Unidos y Suiza.
Asimismo, la empresa fue premiada bajo la categoría «Gastronomía-Mejor reinversión en pandemia», nominada en los Premios Luces 2020 organizado por el Grupo El Comercio.
En 2022, la empresa fiel a su ADN y modelo de negocio se une a 120 familias familias caficultores del VRAEM (Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro) donde se asientan 10 provincias de las regiones de Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huancavelica y Junín. Tiyapuy buscó poner en valor el esforzado trabajo de estos agricultores peruanos por renacer del Vraem y logró llevar a nivel mundial un café orgánico de alta calidad.
Parte de la esencia de Tiyapuy es generar un cambio colectivo y social, apoyando la calidad de vida de sus agricultores y buscando ofrecer productos de gran calidad y 100% naturales, protegiendo la biodiversidad peruana y utilizando semillas ancestrales.
El crecimiento de esta empresa socialmente responsable fue tal, que no solo había conquistado Perú, sino también al mundo, llegando a países como España y Francia.
Sin embargo, en 2023, la empresa fue afectada por la recesión económica del país, por que cerró el año con un 20% en ventas, quedando debajo de sus expectativas proyectadas para ese año.
Expansión y proyecciones
Actualmente, Tiyapuy está realizando algo impensable: ofrecer papas nativas pre fritas congeladas. Por primera vez en la historia del país, una empresa peruana lanza al mercado una línea de papas nativas, un producto innovador que destaca no solo por su sabor único, sino por su potencial en la industria de exportación.
En solo cuatro años, Tiyapuy logró una gran expansión, exportando sus productos a mercados como Bolivia, Colombia, México y Estados Unidos. Actualmente, la empresa proyecta que el volumen exportado alcanzará el 17% de toda la producción de su planta, y en el corto plazo, se espera que esa cifra suba a un 50%.
Con proyecciones al futuro, Tiyapuy planea una expansión aún mayor. En 2025, la empresa abrirá una nueva planta en Lurín, con una inversión de 15 millones de dólares que le permitirá duplicar su capacidad de producción, alcanzando las 20,000 toneladas métricas anuales. Este ambicioso proyecto refleja la confianza en el crecimiento y la aceptación global de un producto que cada vez se consume más allá de las fronteras peruanas.
Además, sus productos fueron reconocidos a nivel global. El café orgánico del VRAEM, calificado con 86 puntos por la Specialty Coffee Association, es solo un ejemplo del compromiso de Tiyapuy con la excelencia.
Tiyapuy no es solo una marca, sino un movimiento que busca transformar vidas. Desde apoyar a agricultores del VRAEM hasta ofrecer productos nutritivos y responsables, esta empresa demuestra que el desarrollo sostenible puede ser el camino hacia un Perú más próspero.