Telegram habilitó en su plataforma TON Wallet en Estados Unidos, una billetera de criptomonedas de autocustodia que se integra directamente en su aplicación de mensajería. Con esta nueva herramienta, los usuarios pueden almacenar, enviar, recibir y comprar activos digitales como TON, USDT y NFT sin depender de apps externas ni intermediarios.
TON Wallet: control total
A diferencia de otras billeteras vinculadas a exchanges o custodios, TON Wallet está construida sobre la red The Open Network (TON) y ofrece un modelo de autocustodia. Esto significa que las claves privadas permanecen únicamente en manos del usuario, garantizando control y seguridad sobre sus fondos.
Su uso es simple: desde el mismo chat de Telegram, se pueden enviar y recibir tokens, hacer intercambios (swaps), participar en staking o acceder a mini apps dentro del ecosistema TON, sin salir de la aplicación.
Compras y retiros sin comisiones
Para adquirir criptomonedas, los usuarios pueden utilizar Apple Pay, Google Pay o tarjetas bancarias, integradas en la app mediante el proveedor MoonPay. Telegram no cobra comisiones por estas operaciones. También es posible retirar fondos a cuentas bancarias usando la misma ruta.
De esta forma, Telegram evita operar directamente como un intermediario financiero, ya que delega las transacciones fiat-cripto a un proveedor regulado. Esto le permite ofrecer servicios integrados sin exponerse a restricciones regulatorias en Estados Unidos.
Más de 87 millones de usuarios potenciales en EE.UU.
TON Wallet ya estaba disponible desde 2023 en otros mercados y ahora llega a un país donde Telegram supera los 87 millones de usuarios activos. La expansión responde tanto a la demanda creciente por herramientas de autocustodia como a un entorno más favorable para este tipo de soluciones en el mercado estadounidense.
Con la llegada de TON Wallet a Estados Unidos, Telegram da un paso firme en su estrategia para facilitar el uso cotidiano de criptomonedas. Al integrar funciones clave en una plataforma que los usuarios ya conocen, reduce las barreras de entrada y normaliza el uso de activos digitales en contextos diarios.