Durante el mes de abril, el Producto Bruto Interno (PBI) exhibió un crecimiento de 3.7% en comparación al mismo mes del año anterior.
A simple vista, dado el contexto, puede parecer una cifra robusta, pues se sostiene luego de haber alcanzado un crecimiento de 3.8% durante el primer trimestre del año.
A lo anterior se le suma la estimación realizada por los Estudios Económicos de Scotiabank, quienes prevén que en mayo el dinamismo haya continuado con una expansión en torno al 3%.
Sin embargo, el PBI ha disminuido 1.0% de marzo a abril del presente año, siendo esta la segunda caída mensual consecutiva, ya que de febrero a marzo cayó 1.3%.
Por otro lado, el PBI desestacionalizado, el cual se calcula eliminando el componente estacional (época del año, días laborales, feriados), ha caído por debajo de su nivel prepandemia, después de haber superado ese nivel durante siete meses, entre agosto de 2021 y febrero de 2022.
Altos y bajos, pero sin buen panorama
En gran parte, las distorsiones a raíz por el confinamiento, y sus posteriores consecuencias, han venido afectando al crecimiento de diferentes maneras.
Los servicios financieros han registrado una disminución interanual de 7.9%, lo cual refleja el efecto rezagado del programa de préstamos Reactiva impulsado por el Gobierno, ya que estos son prepagados o se vencen.
El fuerte crecimiento en el rubro de alojamiento y restaurantes (48.5%) y transporte (17.6%), los cuales en conjunto representaron 1.6 puntos porcentuales del crecimiento en abril, obedecen al repunte del consumo dada la flexibilización de las restricciones. Las cifras apuntan que estos dos sectores pueden mantener el crecimiento por un tiempo más, pero cada vez con menor participación.
La caída del sector minero en abril (4.7%), refleja el impacto de la paralización de la producción en las minas de cobre Cuajone y Las Bambas debido a los conflictos sociales
Uno de los puntos más destacables es la manufactura no primaria, la cual registró un incremento de 7.9% en abril, en línea con el consumo, aunque en parte respaldada por las exportaciones de textiles.
El sector hidrocarburos también presentó un aumento interesante (26.2%), pues la mayor producción de petroleo y gas natural se condice con una mayor demanda tanto dentro como fuera del país.
El crecimiento mostrado ¿es flor de un día?
Según Estudios Económicos de Scotiabank, en la revisión de sus estimaciones argumentan que el crecimiento del PBI sigue estando ligeramente por encima de lo que esperaban cuando inicialmente realizaron su pronostico para el presente año, y por lo tanto la expansión ha sido positiva.
No obstante, deja mucho que desear que el PBI parezca no poder mantenerse por encima de la línea de flotación anterior a la pandemia, que los sectores en recuperación sean quienes impulsen el crecimiento, y que incluso estos sectores no hayan tenido un desempeño positivo en términos mensuales en abril.
Postura del BCR
Estas controversias respecto al crecimiento nos invitan a pensar si el BCR continuará con una política monetaria agresiva dada la robusta tendencia de crecimiento interanual o si analizara de manera meticulosa al motor de la economía para ver si los factores que impulsan el crecimiento son realmente solidos como lo sugiere la cifra agregada.
Tal parece que, el BCR se detendrá un momento a analizar con mayor profundidad los rubros que están dinamizando la economía, para observar si siguen siendo producto del repunte o es un crecimiento persé. Esto es importante debido a que puede evitar seguir siendo agresivo con sucesivos aumentos de la tasa de interés, y termine pronto el ciclo de alzas según crea conveniente.